Por María Josefina Arce
En el 2016 el gobierno del presidente Daniel Ortega trabajará por llevar la electrificación de Nicaragua a 90 por ciento, al garantizar el acceso a ese servicio a más de 80 mil viviendas y beneficiar de ese modo a numerosas familias.
Luego del retroceso en la generación y distribución de la energía eléctrica, que el país vivió durante 16 años de gobiernos neoliberales, el Frente Sandinista para la Liberación Nacional desde que asumiera su segundo mandato en 2007 ha tenido entre sus prioridades revertir esa situación.
De ahí que se haya esforzado por cubrir de apenas un 54 por ciento de electrificación nacional hasta la totalidad del territorio nicaragüense y favorecer a comunidades que nunca contaron con ese servicio.
A unos 90 millones de dólares asciende la inversión que conlleva también la finalización de 12 subestaciones en zonas del Caribe, donde se han desarrollado 82 proyectos e invertido hasta el momento cerca de 20 millones de dólares.
Entre los logros de los últimos años en términos de generación eléctrica, se encuentra igualmente el avance en el cambio de la matriz energética a partir de las fuentes de generación renovable.
De acuerdo con las autoridades, ya en la actualidad más o menos el 40% de la generación es a partir de determinados recursos naturales.
A esto se sumará la generación de proyectos hidroeléctricos como San Jacinto, Eolo y Tumarín, cuya capacidad se estima en 253 megavatios en los próximos 4 años.
Fundamental es también la energía geotérmica de un gran potencial en el caso del país centroamericano. Nicaragua tiene unas condiciones geotectónicas y un vulcanismo activo cuyo potencial, estiman las autoridades, sobrepasa los 10 mil megavatios.
El plan eléctrico desarrollado por el gobierno del presidente Ortega viene acompañado de la construcción de carreteras y caminos, así como con la instalación de unas 30 mil luminarias en 300 barrios de Managua y en 100 barrios de los demás departamentos.
A ello hay que sumar la iluminación de los sectores donde están ubicados los semáforos y las paradas de ómnibus.
De gran impacto social es el programa eléctrico que las autoridades sandinistas llevan a cabo en todo el territorio nacional, donde miles de familias nicaragüenses han visto cambiar para mejor sus vidas y ya no perciben como algo inalcanzable encender una bombilla o ver la televisión.
