Por: Guillermo Alvarado
La población de Perú tendrá que escoger a su próximo presidente entre dos candidatos de la derecha, según se desprente de los últimos informes de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, ONPE, que dan la victoria en primera vuelta a Keiko Fujimori, con 39,77 por ciento de los sufragios, seguida por Pedro Pablo Kuczynski, quien alcanzó 21,01.
Lo verdaderamente novedoso de la consulta fue el tercer sitio conquistado por la candidata progresista Verónika Mendoza, propuesta por el Frente Amplio, quien después de ser prácticamente una desconocida hace seis meses, llegó a disputar la segunda plaza y quedó con 18.80 puntos porcentuales, muy cerca de Kuczynski.
Esto significa un renacimiento de la izquierda en el país andino, pues en las dos últimas décadas había había estado prácticamente fuera de la disputa.
Resulta destacable la alta votación a favor de Mendoza, quien hizo una campaña casi sin recursos, a diferencia de los otros competidores que invirtieron millones de dólares en la contienda y contaron, además, con el apoyo de los grandes medios de comunicación, que en las últimas semanas se dedicaron a publicar infundios sobre la aspirante del Frente Amplio, para tratar de restarle votos.
Tras reconocer el resultado de las elecciones, Verónika Mendoza agradeció a quienes tuvieron la valentía de sufragar por su programa y prometió que no traicionará esta confianza.
Aseguró que realizará una oposición firme y fiscalizadora y que se esforzará por lograr una reforma en el sistema electoral para que nunca se tenga que vivir un proceso como éste, en alusión a las groseras irregularidades cometidas por el ente encargado de organizar los comicios.
Mientras, el dirigente del Frente Amplio, Pedro Francke, señaló que su organización tiene una agenda de consensos democráticos y progresistas, como la lucha consistente contra la corrupción, que considera esencial para desarrollar el país.
El panorama hacia la segunda vuelta, programada en principio para el 5 de junio, es complejo pues los ciudadanos tendrán que escoger entre el menos malo de dos proyectos de claro corte neoliberal.
El Frente Popular, fundado por el expresidente Alberto Fujimori, arrastra sobre si el desprestigio ganado por el antiguo jefe de Estado, que cumple una condena de 25 años por graves violaciones a los derechos humanos y corrupción.
Aunque Keiko Fujimori ha tratado de desmarcarse del pasado de su progenitor, esto resulta difícil pues muchos dirigentes de su formación política participaron en esa administración y de alguna manera son corresponsables de los desmanes cometidos en esos años.
Kuzcynski, de Peruanos por el Kambio, tratará de aprovechar esta circunstancia para borrar la distancia que lo separa de su contendiente, pero tendrá difícil inspirar más confianza que su rival en un país donde la población puede constatar en carne propia que el pretendido progreso económico se ha quedado en unas pocas manos, mientras los olvidados de siempre siguen en la sombra de la pobreza y las desigualdades.
Serán semanas de arreglos y componendas con muy poco nuevo que ofrecer y con la única esperanza para la población de contar con una izquierda en la oposición, que parece haber salido de un largo y desgastante letargo.
