por  Lemay Padrón Oliveros

El Balón de Oro ha vuelto a sus orígenes, a la revista francesa France Football, pero eso no le ha quitado un ápice de la polémica que casi siempre lo rodea: ¿es para el mejor futbolista de la campaña, o para el mejor futbolista del mundo?

La propia revista no es muy clara en su criterio de selección, pues si bien coloca como número uno el palmarés del año en cuestión, en segundo lugar menciona la clase del jugador, su talento y el juego limpio, y en tercer orden menciona los logros de su carrera.

De esta manera, queda demasiado abierta para mi gusto la elección, que este año descansará en los 193 periodistas seleccionados por la publicación gala.

Una consecuencia directa del regreso a sus orígenes es la inclusión en la lista de 30 nominados de varios franceses, no todos con méritos suficientes como el portero Hugo Lloris, que no gano nada ni con su club, ni con su selección, y esto contrasta con la ausencia de Karim Benzema, castigado más que nada por cuestiones extradeportivas.

Otros ausentes notables son el belga Eden Hazard, el marfileño Yaya Touré, el argentino Javier Mascherano y el croata Ivan Rakitic, y en cambio está Paulo Dybala, por ejemplo, pero siempre habrá discusión en este sentido y como dice el dicho, para gustos...

Si no me creen lean esto: France Football tiene online una encuesta para escoger al ganador según los internautas y, ¿saben quién encabeza las preferencias? ¿Cristiano Ronaldo? NO. ¿Lionel Messi? NO. Quien manda es el franco-argelino Riyad Mahrez, fundamental en la sorprendente coronación del Leicester en la Liga inglesa, pero vamos...

Lo que no puedo entender de ninguna manera es que aparezca Lloris y también el portugués Rui Patricio, a pesar de ganar este último la Eurocopa, y no esté el chileno Claudio Bravo, que obtuvo títulos tanto con el Barcelona como con su selección nacional.

En fin, el 13 de diciembre sabremos quién es el favorito de la mayoría de los especialistas, eliminado el paso previo de tres finalistas, pero estoy casi seguro de que la polémica no se detendrá.


 

(CubaSí)