Los Cinco y la dignidad de vivir sin tener precio (+ Fotos y Video)

Edited by María Candela
2018-09-12 07:43:09

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Desde el 12 de septiembre de 1998, cuando fueron apresados en territorio norteamericano, los Cinco cubanos se convirtieron en blanco de una campaña que los presentó como agentes que atentaban contra la seguridad nacional estadounidense; cuando en realidad se infiltraron en los grupos terroristas que con total impunidad han operado desde el sur de Florida. El objetivo de los Cinco era neutralizar sus planes criminales.

Millones de personas, en Cuba y en Estados Unidos, le debemos la vida al altruismo y al coraje de los Cinco cubanos. Sin embargo, en Miami, el juicio más largo de la historia estadounidense concluyó con el más rápido veredicto.

El 8 de junio de 2001, cinco luchadores contra el terrorismo recibieron en Estados Unidos un injusto veredicto de culpabilidad, tras un amañado y largo juicio en Miami, la ciudad donde nunca debieron ser juzgados.

Meses más tarde, la injusticia se consumó en las brutales condenas que les fueron impuestas: Gerardo Hernández fue sentenciado a dos cadenas perpetuas, más 15 años; Ramón Labañino, a una cadena perpetua más 18 años; Fernando González, a 19 años de cárcel; René González, a 15 años, y Antonio Guerrero, a cadena perpetua, más 10 años.

El caso de los Cinco cubanos condenados en Estados Unidos por combatir el terrorismo fue secuestrado por la conjura del gobierno del norteño país con los medios locales de la prensa miamense, para sancionar de antemano a los acusados y hacer imposible un juicio justo.

La conspiración consistió en usar a los medios de comunicación para desatar una campaña propagandística de hostilidad sin precedentes. Con el perverso fin, emplearon a un numeroso grupo de supuestos “periodistas”, realmente agentes encubiertos del gobierno, quienes publicaron innumerables artículos hasta producir una tempestad de odio y desinformación.

Durante el juicio, la defensa denunció varias veces que buscaban influir sobre los miembros del jurado divulgando incluso materiales que la propia jueza había prohibido presentar, los cuales sólo pudieron ser entregados por la Fiscalía.

En agosto de 2005, los tres jueces de la Corte de Apelaciones de Atlanta decidieron unánimemente declarar nulo el juicio de Miami porque se había realizado bajo lo que ellos describieron como “una tormenta perfecta de prejuicios y hostilidad”, creada precisamente por los medios locales.

Pero, cuando dictaron el fallo los tres jueces de Atlanta no sabían que el responsable de esa “tormenta perfecta” era la Fiscalía. La primera noticia de la conspiración del gobierno con sus “periodistas” pagados surgió un año después, en septiembre de 2006.

Los supuestos profesionales de la prensa distorsionaron los hechos, mostrando a los acusados como amenazas para la sociedad estadounidense.

Lo que los Cinco cubanos y sus abogados no supieron durante el juicio, fue que Washington le estaba pagando en secreto a periodistas de Miami; quienes, al mismo tiempo que el gobierno hacía su acusación, saturaban los medios miamenses con reportes que eran altamente provocativos y perjudiciales para los Cinco cubanos.

El 8 de junio de 2001, con la complacencia de los grupos anticubanos radicados en la Florida, los Cinco fueron sancionados a excesivas condenas sin testigos ni pruebas de los cargos que se les imputaron.

La realidad mostró que contra los valerosos hombres que arriesgaban diariamente su vida para descubrir e informar los planes terroristas organizados desde Estados Unidos, se vertió todo el odio de quienes por décadas han intentado destruir a la Revolución cubana.

Los Cinco fueron prisioneros políticos, víctimas de la despiadada propaganda contra de Cuba, generada por sus propios acusadores, el gobierno de Estados Unidos.

Durante años de injusto encierro, la desinformación, el ocultamiento y el silencio de los medios de prensa adversos a Cuba fueron el obstáculo principal que encararon los luchadores antiterroristas. Pero como sentenció Gerardo Hernández Nordelo, un jurado de millones hizo justicia y una inmensa ola solidaria recorrió el mundo, exigiendo la liberación de los Cinco.

Primero llegaron a Cuba René y Fernando, luego de cumplir íntegramente sus injustas condenas. Y el 17 de diciembre de 2014, fecha inolvidable para los cubanos, se hizo la luz con el arribo de Gerardo, Antonio y Ramón, tras 16 años de injusto encierro. ¡Cuánta dignidad, cuánto valor, qué lección de resistencia!.

 

Un pueblo entero los abrazó, junto a Fernando y René, quienes en los últimos tiempos, desde una libertad incompleta por la ausencia de sus hermanos, lo dieron todo ante la opinión pública internacional, aunando fuerzas junto a los grupos de solidaridad en cientos de naciones en el mundo, combatiendo con la verdad de los argumentos.

Los Cinco hoy están junto a su pueblo, con su hidalguía incuestionable, para construir nuevos sueños en un país que ha sobrevivido adversidades de todo tipo, gracias también a hombres y mujeres valientes como ellos.

Los Cinco volvieron con la frente erguida, con el orgullo de ser parte de esta tierra y sobre todo, con la convicción profunda de que la Revolución Cubana nunca abandona a sus hijos.

Por tanta dignidad, lealtad y coraje, los Cinco se convirtieron en Héroes de su Patria.

(Tomado de Radio Rebelde)



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