Por: Maritza Gutiérrez

La Habana, 9 ago (RHC) En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra cada 9 de agosto, abogamos por el respeto a sus culturas y derechos fundamentales.

Instituido por la Asamblea General de la ONU desde desde 1995, esa fecha aboga por el apoyo a las comunidades originarias en sus luchas por escapar de la invisibilidad y preservar su existencia.

En el año 1884, nuestro José Martí escribió en Nueva York un texto sobre autores americanos aborígenes, donde expresaba: «bueno es abrir canales, sembrar escuelas, … estar del lado de la vanguardia en la hermosa marcha humana, pero es bueno, para no desmayar en ella por falta de espíritu o alarde de espíritu falso, alimentarse ….de ese ferviente espíritu de la naturaleza en que se nace, crecido y avivado por el de los hombres de toda raza que de ella surgen y en ella se sepultan.» Y luego agrega el Apóstol: «la inteligencia americana es un penacho indígena. ¿No se ve cómo del mismo golpe que paralizó al indio, se paralizó a América? »

Y es que, en el contexto actual , en que el racismo y la intolerancia dominan, incluso, el discurso oficial de varios mandatarios, particularmente en nuestra región, el pensamiento de nuestro José Martí nos remite a los pueblos originarios, en el sentido amplio de esta denominación, aquellos que habitaron y habitan hoy el continente americano desde antes de la llegada de los europeos.

En su sentido estricto se refiere a los pueblos cuyas lenguas y culturas se identifican con los primeros pobladores del continente. Sin dudas, uno de estos sufridos pueblos, es el mapuche, que habita el sur de Chile y el suroeste de Argentina.

A la llegada de los conquistadores españoles, los mapuches vivían entre el valle del Aconcagua y el archipiélago de Chiloé, en el actual territorio chileno, y más tarde se expandieron al este de los Andes. La lucha por defender sus tierras, su lengua y su cultura, es un elemento cotidiano en la vida de estos pueblos.

En este Año Internacional de las Lenguas Indígenas, reclamar el derecho de los pueblos originarios a utilizar su lengua materna, es también clave para reclamar su acceso a la educación, el empleo, la construcción de sociedades inclusivas y otros valores consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

De manera que hoy, a propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, sigue siendo actual aquella afirmación martiana: «¡hasta que no se haga andar al indio, ―no comenzará a andar bien la América!»