Con un guion que mantiene su originalidad aun tras el paso del tiempo y consagrada como uno de los referentes en la filmografía animada cubana, la película ¡Vampiros en La Habana! cumple hoy 35 años de su estreno en el país.

El aniversario quedará marcado con mayor significación que los anteriores pues hace casi cuatro meses solamente, el 24 de marzo pasado, se anunciaba el deceso del caricaturista Juan Padrón, director y guionista del reconocido filme.

Se realizó en coproducción entre el Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos, Radio Televisión Española y Durniock Producciones; y se aleja, por mucho, de los tradicionales filmes inspirados en temas vampíricos, principalmente por el entorno caribeño que sirve de escenario para la historia.

La mezcla de lo político y social en el animado se disfruta mediante la sátira y el humor que, en parte, le dan el toque de cubanía que ha hecho tan famoso y divertido a este largometraje.

¡Vampiros en La Habana! se convirtió en una obra de constante visita para los cubanos; tanto niños, como jóvenes y adultos de aquella época y de la actual, se apropiaron de diálogos y escenas, de tal manera que muchas de las frases de los personajes del filme se volvieron de uso frecuente.

El crítico de cine Carlos Galiano argumentó que cuando uno no se cansa de ver una película, cuando se descubre que moviliza y hace perdurar la identificación de sucesivas generaciones de espectadores, y cuando se convierte en fuente de citas y referencias incrustadas en el imaginario colectivo, entonces ese filme ha pasado a ser una obra de culto.

Así sucedió con ¡Vampiros en La Habana! y si el contenido de los diálogos, la caracterización de los personajes y el desarrollo de la historia han sido de gran valor para el paso a la fama del filme, también es digna de mención la banda sonora, que estuvo a cargo del trompetista Eduardo Sandoval.

Hoy, a 35 años de su estreno, la película sostiene su toque fresco y el lugar que se ganó en generaciones de cubanos gracias a la unión entre la realidad e historia del país con el mito de los vampiros, y el bautizo con la magia propia de los animados creados por Juan Padrón.