Por su infatigable labor, el centro recibió la bandera de Proeza Laboral que otorga la CTC. Fotos: Beatriz Vaillant Rodríguez
Por: Beatriz Vaillant Rodríguez
Desde el comienzo del diagnóstico del virus SARS-Cov-2 en la región oriental, el 16 de marzo, los trabajadores del Laboratorio de Virología de Santiago de Cuba están en la primera línea de combate, conscientes de su responsabilidad en la batalla contra la COVID-19.
En jornadas extendidas de 16 horas, los hombres y mujeres de esta institución, perteneciente al Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, laboran ininterrumpidamente, y atrás queda el tiempo para la familia y el descanso.
María Victoria Núñez Cabrera, responsable del laboratorio, dijo a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) que el número de muestras procesadas no disminuyó en los últimos meses, pese a la estabilidad epidemiológica lograda en el Oriente del archipiélago.
La microbióloga destacó que a diario reciben pruebas de exudado nasofaríngeo para su confirmación por PCR en tiempo real de Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, territorios en tercera fase de recuperación pos-COVID-19, y ante la amenaza de un rebrote sus especialistas y personal técnico redoblan esfuerzos para ganar en oportunidad en la detección de la enfermedad.
“Hasta el momento no experimentamos picos en la actividad diagnóstica –refiriéndose al aumento o descenso de muestras recibidas y estudiadas-- ni interrupciones, al margen de las normales para el mantenimiento de los equipos, sometidos a niveles de explotación muy altos en el contexto de pandemia que vivimos hoy”, apuntó.
Núñez Cabrera subrayó que mantienen la vigilancia constante sobre los resultados de los análisis, porque la confirmación de un caso positivo en esta zona del país requiere un conjunto de medidas urgentes con el fin de cortar la cadena de contagios y evitar así la apertura de algún evento de transmisión.
Según la especialista, el número de pruebas llegadas al centro en el mes de agosto supera el volumen técnico del mismo para procesar y emitir resultados diariamente, lo cual trastoca el flujo organizacional establecido.
Aun así, responden con eficiencia y efectividad a la determinación del nuevo coronavirus SARS-Cov-2, acorde a las necesidades del Ministerio de Salud Pública y la sociedad.
Asimismo, insistió en la importancia de comprender que la rapidez en la detección del padecimiento no depende del personal que allí trabaja, quienes demuestran su entrega, dedicación y compromiso con la vida humana y la nación, sino de la capacidad técnica, con un límite de 282 muestras por día.
De igual forma, aseguró que no presentan discordancia diagnóstica en las muestras confirmadas por el control externo de la calidad del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri, lo cual evidencia la organización, el control permanente, la exigencia en la conducción y la experiencia de sus especialistas.
En medio de la COVID-19 este laboratorio no descuida la determinación de otras patologías como el dengue, zika y chikungunya en las cinco provincias, además de asumir los últimos brotes de rabia animal en Holguín y Las Tunas.
La doctora destacó la voluntad gubernamental para garantizar los recursos materiales y no detener el diagnóstico del nuevo coronavirus, en aras de preservar la salud y bienestar de la población como interés superior del Estado cubano, a pesar de la crisis económica y financiera agudizada por el recrudecimiento del bloqueo de Washington a La Habana.
El Laboratorio de Virología también se erige como espacio de aprendizaje para muchas personas, especialmente para la joven Talía Rodríguez Gómez, estudiante de Bioquímica en la Universidad de La Habana, quien colabora en todo lo que se precise.
La mayabequense refirió que de vacaciones en la Ciudad Héroe supo de la incertidumbre de una amiga porque su madre resultó positiva con la enfermedad, pero aún no le habían confirmado a ella, debido a la cantidad de muestras atrasadas en la capital, lo cual despertó su inquietud y decidió incorporarse como voluntaria en el laboratorio santiaguero.
Para Rodríguez Gómez esta experiencia representa mucho desde el punto de vista profesional y personal, en tanto se forma en una profesión científica, a la vez que corrobora el comprometimiento de la juventud cubana con su tiempo y su Revolución.
Este laboratorio santiaguero recibió, en ocasión del aniversario 505 de la ciudad, la bandera de Proeza Laboral que otorga la Central de Trabajadores de Cuba como reconocimiento a su infatigable labor en la batalla que libra el país contra un enemigo invisible, causante de la muerte de miles de personas en todo el orbe: el virus SARS-Cov-2. (Tomado de la ACN)