Durante su visita a Guinea, participa en un acto en la Escuela Politécnica de la Universidad de Conakry, lo acompaña Ahmed Sekou Touré, presidente de ese país.Foto: Sitio Fidel soldado de las ideas

Por: Pedro Martínez Pírez

El miércoles 3 de mayo de 1972 fui testigo en Conakry, Guinea, del histórico encuentro entre El Caballo, Fidel Castro, y El Elefante, Sekou Touré, en lo que constituyó la primera visita del Líder Histórico de la Revolución Cubana al continente africano.

Manuel Yepe Menéndez, director entonces de la Agencia Prensa Latina, donde yo laboraba desde 1968, me designó para dar cobertura junto al fotógrafo Rogelio Moré, a la histórica visita del Comandante Fidel Castro a varias naciones africanas y luego a un recorrido por países socialistas de Europa.

Fue la misión periodística más importante y relevante durante mis cinco años de trabajo en Prensa Latina, antes de mi traslado en 1973 a Radio Habana Cuba, donde me mantengo hasta hoy y pude celebrar con mi colectivo el aniversario 60 de la radio fundada por Fidel.

Fidel Castro había anunciado en su discurso del Primero de Mayo de ese año, en la Plaza de la Revolución José Martí de La Habana, su viaje a Guinea, pero los periodistas que viajamos antes a Conakry, salimos de Cuba sin decir a dónde íbamos.

Recuerdo haber preparado meticulosamente cómo hacer llegar a Cuba las informaciones desde Guinea, pues al salir de La Habana nos habían dicho que las comunicaciones internacionales eran muy precarias en Conakry.

Pero en mis investigaciones previas descubrí que funcionaba en Conakry la empresa francesa de telecomunicaciones, y que podía hacer llegar mis despachos a La Habana por la vía de Bamako y París, donde estaba el periodista brasileño Aroldo Wall, como corresponsal de Prensa Latina.

Recuerdo haber elaborado un flash, un urgente y un ampliado para dar a conocer por Prensa Latina la llegada de Fidel a Conakry, su primera visita a un país africano, donde fue cálidamente recibido por el presidente Ahmed Sekou Touré.

Y tuvimos la inmensa satisfacción de recibir esa noche una llamada telefónica de la muy eficiente Celia Sánchez Manduley, ayudante de Fidel, quien desde La Habana mostraba su alegría al conocer, gracias a Prensa Latina, que el Comandante había llegado bien a Conakry, primera etapa de una extensa gira que culminaría dos meses después en Moscú.

Además de Rogelio Moré, eficiente fotógrafo de Prensa Latina, recuerdo en ese viaje histórico a otros dos colegas: Santiago Álvarez y Luis Báez, quienes dieron cobertura a una gira durante la cual Fidel no se cansó de pedir solidaridad hacia las naciones del llamado Tercer Mundo  a los gobernantes de los países socialistas, encabezados por la Unión Soviética.

Son recuerdos en tiempos de una pandemia, que no ha logrado borrar de mi memoria el gran legado del Comandante Fidel Castro.