Palacio de Convenciones de La Habana

por Laura Mercedes Giráldez

Desde el Palacio de Convenciones, en abril de 2016, Cuba vivió uno de los momentos más sensibles de la Revolución. «En la clausura del VII Congreso del Partido, Fidel apareció sin su uniforme verde olivo para dirigirse al pueblo. Fue muy emocionante estar en aquella sala donde nuestro líder se despedía de forma presencial. Todos estábamos conmovidos», recuerda Zósima López Ruiz, organizadora profesional de congresos (OPC) de la prestigiosa institución.

Este centro, «que tiene el privilegio de haber sido la casa del Comandante», desde donde visionó y proyectó grandes sueños, cumple hoy 43 años de fundado.

Desde la idea del propio Fidel, Celia Sánchez, y los comandantes de la Revolución Juan Almeida, Ramiro Valdés y Guillermo García, quienes lo concibieron, ha sido escenario de referencia y «una gran escuela para la formación de trabajadores en la rama del turismo especializado».

Bien lo sabe esta profesional que durante más de cuatro décadas ha tenido a su cargo la organización de unos 400 congresos, como los seis del PCC celebrados allí, de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y otros tantos internacionales de gran magnitud.

«Todos los eventos exigen mucha dedicación. Este un trabajo de entrega, servicio, voluntad y esfuerzo, de hacer todo lo posible por satisfacer al cliente». Son principios que han regido el actuar de esta institución donde se organizan, promueven y realizan convenciones, congresos, simposios, conferencias, reuniones, ferias y exposiciones.    

En sus 60 000 metros cuadrados, una adecuada infraestructura tecnológica y arquitectónica hacen del sitio el espacio idóneo para que los especialistas en OPC con que hoy cuenta, conduzcan sus servicios por el camino de la satisfacción y contribuyan a hacer una cita «a la medida del cliente».      

«Confeccionar el calendario de congresos, insertarse en el diseño del evento, guiar las coordinaciones, buscar alternativas a cada situación que se presente», también forma parte del “deber ser y del buen hacer” de quienes laboran en el Palacio de Convenciones.

«Hay un sentido de pertenencia hacia la institución que representamos, de dejar en alto su nombre», insiste López Ruiz, quien tiene la certeza de que «el reconocimiento alcanzado por esa empresa, dentro y fuera de Cuba, ha sido ganado a partir de la eficiencia de sus recursos humanos, un personal profesional y especializado en prestaciones al servicio del país y del mundo, de forma sostenida».

«Nuestros especialistas usan herramientas de diferentes ramas, como las relaciones públicas, la comunicación, la sicología, la ética, la economía», con el fin de abarcar todas las áreas en las que se requiera su atención, pues «aun cuando en varias ocasiones organicemos eventos repetitivos, nunca una edición es igual a otra, porque cada momento histórico tiene sus particularidades».

El Palacio de Convenciones se ha ganado el reconocimiento internacional como líder y sede de eventos de gran importancia. Es miembro de organizaciones como la Federación de Entidades Organizadoras de Congresos y afines en América Latina, y de la Asociación Internacional de Palacios de Congresos. (Tomado del diario Granma)