..."el pueblo palestino no se rendirá hasta que la ocupación sea doblegada”

Alfredo García Almeida*

Israel reafirmó su carácter colonial, en medio del conflicto en Ucrania. El Ejército israelí lanzó en la madrugada del pasado 4 de julio, un ataque contra el campo de refugiados palestinos de Yenin, con bombardeos aéreos desde drones y una incursión terrestre de un millar de soldados, con un saldo preliminar de 12 palestinos muertos, 100 heridos y más de 3 mil desplazados por la violencia.

La ciudad de Yenin se encuentra al norte de Cisjordania y a 78 kilómetros de Jerusalén, con una superficie de 37,3 km2, una población de poco más de 39,000 habitantes y un campamento de refugiados estimado en unas 16.000 personas, de ellos 12.250 registrados como refugiados. La agresión israelí, es la mayor en las últimas dos décadas.

Yenin fue ocupado por el ejército israelí, el primer día de la guerra de los Seis Días en 1967. Desde entonces, como el resto del territorio palestino de Cisjordania, se encuentra bajo un régimen militar israelí pese a las reiteradas resoluciones de la ONU, que exigen el retorno a las fronteras anteriores a la invasión. “Nuestras fuerzas han entrado en el nido terrorista de Yenin (…) están destruyendo los centros de mando y confiscando una cantidad considerable de armas”, declaró el primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Sin embargo, para el Ministerio palestino de Asuntos Exteriores, se trata de una “guerra abierta contra la población de Yenin”. Vanessa Huguenin, vocera de la oficina humanitaria de la ONU, declaró: “Estamos alarmados por la magnitud de las operaciones aéreas y terrestres que están teniendo lugar en Yenin y por los ataques aéreos contra un campo de refugiados densamente poblado”.

La agresión israelí provocó una fuerte reacción palestina. Mientras, Abu Mazen, presidente de la ANP, condenó lo que definió como “un nuevo crimen de guerra en Yenin, que no le dará (a Israel) seguridad ni estabilidad”, advirtió que “el pueblo palestino no se rendirá hasta que la ocupación sea doblegada”, y pidió la intervención internacional para frenar la operación militar, los grupos armados palestinos movilizaron a sus efectivos en todos los frentes asegurando que su enemigo “pagará un alto precio”.

A nivel diplomático, la Liga Árabe anunció una reunión de emergencia, mientras Jordania y Emiratos Árabes Unidos, que mantienen relaciones diplomáticas con Israel, denunciaron la operación militar. Por su parte, Washington declaró que apoya “la seguridad de Israel y su derecho a defender a su población”. Por su parte el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, expresó su “profunda preocupación”. Tras dos días de bombardeos y arrestos, el Ejército de Israel, dio por terminado el ataque al campamento de refugiados de Yenín.

El terrorismo de Estado israelí con el respaldo del veto de Washington en la ONU, representa una nueva escalada en el conflicto palestino-israelí. Este año, hasta la fecha, el saldo de víctimas es de 153 palestinos muertos entre milicianos y civiles, incluidos 26 niños y 25 muertos del lado israelí, la mayoría colonos. En una imagen bíblica, los palestinos enfrentan en Yenin a los drones y soldados israelíes con piedras. La activa solidaridad de EEUU, la UE y la OTAN para la “defensa” de Ucrania, no cuenta para los palestinos de los territorios ocupados militarmente por Israel desde hace seis décadas.  

* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.