Ron DeSantis dice adiós a sus aspiraciones a la candidatura republicana.

Por Alfredo García Almeida*

El pasado 21 de enero, Ron DeSantis, gobernador de Florida, quien como precandidato aparentaba una alternativa al expresidente, Donald Trump, para alcanzar la candidatura presidencial en las primaras republicanas, sorprendió a todos al renunciar a la carrera presidencial, en lo que sugiere ser, “la madre de las mentiras políticas”, del liderato ultraderechista republicano.  

En el video del pasado lunes, DeSantis aseguró que las preferencias “no le favorecen” y que no puede pedir a sus seguidores “donar tiempo y recursos”, cuando no hay una garantía de victoria. “Por consiguiente, estoy suspendiendo hoy mi campaña”, declaró, tras indicar que “tiene claro” que la mayoría de los votantes en las primarias del partido, buscan dar “otra oportunidad a Trump de llegar a la Casa Blanca”. DeSantis agregó, que, a pesar de sus diferencias con Trump: “Firmé el compromiso de apoyar la candidatura republicana y honraré ese compromiso”.

En un minuto quedó atrás la credencial conservadora de DeSantis, la “guerra cultural”  promovida en Florida contra la ideología “woke”  (movimiento progresista), su oposición al cierre de negocios durante la pandemia Covid-19, el discurso antiinmigración, su alerta sobre lo vulnerabilidad de la candidatura de Trump por su papel en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, o sus sarcasmos contra Trump, cuando se refería que para recibir sus favores, había que “besar el anillo”.

La bienvenida de Trump no se hizo esperar. En un mitin en Rochester (Nuevo Hampshire), el expresidente precandidato, agradeció al gobernador floridano por haber abandonado la carrera presidencial y dijo que esperaba trabajar junto a él. “Espero trabajar junto a Ron, para derrotar al corrupto de Joe Biden; tenemos que recuperar nuestro país”. Trump prometió dejar de utilizar el apodo “DeSanctimonious” (mojigato), con el que se burlaba de DeSantis y agregó que el gobernador de Florida, “es una increíble persona y lideró una muy buena campaña”,  a lo que solo faltaría nombrarlo como compañero de fórmula en su ya segura candidatura presidencial republicana.

Por su parte, Haley, advirtió en un mitin en Nashua, que “el caos persigue” al ex presidente y que el país no puede permitirse cuatro años más de caos”. Haley deseó a Trump, “lo mejor”, como la única rival que lo enfrenta: “Solo quedamos un hombre y una mujer”, declaró la exdiplomática desde Nuevo Hampshire, resaltando su condición de género y juventud, tras cuestionar que Trump esté “mentalmente apto” por su edad (80 años) para regresar a la presidencia, después que el expresidente, la confundió varias veces con la expresidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata, Nancy Pelosi. Trump atacó las posiciones moderadas de Haley, a quien tachó de “débil” en cuanto a la política fronteriza, la acusó de estar “apoyada por los votantes demócratas” y la descartó “como posible candidata a vicepresidenta en caso de lograr la nominación”.

El sospecho giro alcanzado por el liderato republicano y el resultado de las encuestas, sugieren que Estados Unidos tendrá una encarnizada campaña electoral durante los próximos 10 meses y por insólito que parezca, muchos países tendrán que comenzar a incluir en su estrategia política una posible victoria de Trump.

* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.