Misiles ATACMS de largo alcance.
Por Alfredo García Almeida*
Contradiciendo su retórica de no inmiscuirse directamente en la guerra en Ucrania contra Rusia, el presidente, Joe Biden, despeja cualquier duda sobre el actual involucramiento de EEUU, con su decisión de enviar en secreto misiles de largo alcance, ATACMS, a Kiev.
Según admitió el pasado miércoles el Pentágono, EEUU, entregó misiles de largo alcance a Ucrania desde principios de abril, siguiendo una orden del presidente Biden. Los misiles enviados son de largo alcance del sistema, ATACMS, (acrónimo en inglés de Sistema de Misiles Tácticos del Ejército), tipo balístico superficie-superficie, fabricados por Lockheed Martin, en EEUU.
Estos misiles están diseñados para atacar a una distancia de 300 kilómetros. Son guiados y utilizan diversas tecnologías de navegación, incluyendo GPS, lo que les permite mantener un elevado nivel de precisión. Los ATACMS de mayor alcance, proporcionan a Ucrania la capacidad de atacar más certeramente en las áreas controladas por Rusia; particularmente bases, instalaciones de almacenamiento y centros logísticos. Según ha revelado un alto funcionario militar de EEUU, esos misiles se utilizaron por primera vez la semana pasada, para atacar un aeródromo ruso en Crimea y a tropas rusas en la ciudad portuaria de Berdyansk.
La fecha de envío, demuestra que Biden decidió mantener en secreto la ayuda a Ucrania y los incluyó en una remesa de ayuda militar de 300 millones anunciadas el pasado 12 de marzo, antes de que demócratas y republicanos llegaran a un consenso sobre un paquete de asistencia de más de 60.000 millones de dólares, algo aprobado el pasado fin de semana, cuyo armamento podría llegar al frente de batalla en los próximos días.
Transcendió que el mandatario norteamericano, según marca la ley, informó de ese envío a congresistas de las comisiones de Exteriores e Inteligencia, para que supieran de esa transferencia de tecnología militar, pero eludió cualquier comentario en público.
La Casa Blanca espera incluir más misiles de este tipo, que ya se están usando en el frente de guerra ucraniano, en el nuevo paquete de ayuda que promulgó el pasado miércoles Biden, tras haber sido aprobado en el Capitolio. En otoño, se envió a Ucrania una remesa de misiles similares, pero con un alcance medio menor, de apenas 150 kilómetros.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llevaba meses pidiendo municiones para artillería y misiles de largo alcance para atacar a las fuerzas rusas, junto a defensas antiaéreas para proteger ciudades e infraestructura clave como bases militares, plantas generadoras de electricidad y fábricas de armas. Durante meses el sector de los republicanos liderados por el expresidente, Donald Trump, estuvo aparentando “resistencia” hacia la ayuda militar a Ucrania, promoviendo el dejar que la guerra avance sin intervención de EEUU.
Finalmente, dejando en claro sus verdaderas intenciones, los dos partidos se han unido en un nuevo paquete de millonaria ayuda, en aumento del involucramiento directo en la guerra en Ucrania con una votación “dividida”, para aparentar diferencias con fines electorales, escalada política que compromete al nuevo gobierno que será elegido el próximo noviembre.
* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.
