Clara Zetkin, la batalla por la emancipación de la mujer no podía ser sino la batalla por la liberación del ser humano

Edited by Maria Calvo
2024-06-20 08:41:04

Pinterest
Telegram
Linkedin
WhatsApp

Clara Zetkin

por

Clara Zetkin, política alemana de origen judío, de ideología comunista, luchadora por los derechos de la mujer, nació el 5 de julio de 1857 y murió el 20 de junio de 1933.

Antes de la gran confusión posmoderna que, más que claridades, trajo coartadas cobardes, las realidades se veían por lo que eran; aquello que, cuando dejábamos de creer en ello, seguía allí. El regreso del idealismo ahora se disfraza de novedad detrás del concepto mediocre de las narraciones; vendernos la idea de que se trata de conformarnos con las pequeñas verdades a medias, como la máxima aspiración posible en el horizonte de transformación social. Que todo lo demás es desafuero. Vaya engaño.

Para entregarnos la inutilidad intelectual de esa construcción se necesita –necesitan– quebrar aquello que el ser humano ha descubierto en términos de emancipación total; una forma larga de decir que es menester quebrar la gran conquista de la humanidad que es el marxismo; ese muerto que asesinan a diario para verlo resurgir en llamas, como Ave Fénix, o debiera decir como Espartaco.

Por más que quieran disfrazarlo de novedad académica, nada nuevo bajo el sol en ese revisionismo que estrenaba Berstein a la vuelta del siglo XX cuando, con mañas de fraude, le reescribió un prólogo a Engels en 1895, para pasar gato por liebre. Hoy, vestido de novedad posmoderna, el refrito de ideas reaccionarias ha alcanzado el paroxismo de ser publicadas como nuevos descubrimientos del fin de la historia.

Como mismo están los saberes, también existen las ignorancias. Todo conocimiento debe ser validado, llamémosle ciencia o llamémosle como querramos. Lo demás es engañarnos a nosotros mismos en un idealismo subjetivo ramplón, disfrazado como novedad, o más bien disfrazado como un arcano milenario recién redescubierto como piedra filosofal.

Clara Zetkin se opuso vehementemente a todo tipo de revisionismo que escamoteara la razón esencial de la lucha social en el capitalismo, que es derrotarlo. Feminista radical, la batalla por la emancipación de la mujer no podía ser sino la batalla por la liberación del ser humano.

«El problema de la emancipación de la mujer no es una cuestión aislada que existe por sí sola, pero parte de una gran cuestión social. Nos percatamos de manera clara de que esta cuestión nunca puede resolverse en la sociedad contemporánea si no es mediante una completa transformación social».

Por más que nos quieran confundir, no se trata de hombres y mujeres, se trata de explotadores y explotados. Así fue antier, así fue ayer, así es hoy, así será mañana, hasta que conquistemos el cielo por asalto. Su hermana de la vida y de la militancia, Rosa Luxemburgo, le sugirió una vez que ambas merecían de epitafio: «Aquí yacen los dos últimos hombres de la Social Democracia alemana».

Lo que tenía claro, Clara, también es viejo, pero en este caso su novedad radica en su imperecedera actualidad: de lo que se trata es, y siempre ha sido, de derrotar al capitalismo. (Tomado del diario Granma)

 



Commentaries


MAKE A COMMENT
All fields required
NOT TO BE PUBLISHED
captcha challenge
up