Nueva York, 13 nov (RHC) La situación en el este de Australia continúa peligrosa ante los grandes incendios forestales, mientras se mantiene el país sin pronósticos de lluvias.
Según informes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) tres personas murieron debido a los fuegos y deben extremarse las medidas para proteger la vida de las personas.
Esa agencia de Naciones Unidas pidió tomarse en serio la amenaza pues catastrófico no es una palabra que los servicios meteorológicos utilicen a la ligera, señalaron en un comunicado.
De acuerdo con reportes de prensa, los incendios forestales en el este de Australia llegaron a la periferia de Sídney, la ciudad más grande y poblada de ese país.
Los bomberos desplegaron aviones para detener el avance de las llamas que se intensificaron producto de una combinación de factores: fuertes vientos, altas temperaturas y una vegetación seca.
Según las autoridades australianas, hay más de 50 focos de incendios en todo el estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es la ciudad de Sídney, y estos podrán extenderse rápidamente, con lo cual alrededor de seis millones de personas corren peligro.
Unas 600 escuelas permanecen cerradas por precaución, así como numerosos parques nacionales, mientras el Ministerio de Defensa australiano autorizó el uso de recursos del ejército para combatir las llamas.
Desde el viernes pasado, los incendios en la costa este de Australia dejaron tres muertos, destruyeron más de 150 hogares y obligaron a miles de habitantes a huir. (Fuente: PL)