Nueva York, 8 jul (RHC) La histórica ola de calor que azotó la costa del noroeste de Norteamérica habría sido "casi imposible" sin el cambio climático provocado por la actividad humana, según un estudio publicado el 7 de julio de 2021 por el equipo de World Weather Attribution.
La semana pasada, múltiples ciudades de Estados Unidos y Canadá experimentaron una fuerte ola de calor con temperaturas promedias de 40 °C y un récord de 49,6 ºC en la localidad canadiense de Lytton, que provocó un gran número de incendios y más de 500 muertes.
La alarmante tendencia al aumento de las temperaturas condujo a los científicos de World Weather Attribution a evaluar la correlación entre las condiciones meteorológicas extremas y el cambio climático, utilizando los registros de temperatura desde el 27 de junio hasta el 29 de junio en la región del Noroeste del Pacífico (que incluye ciudades como Vancouver, en Canadá, o Seattle y Portland, en EEUU), donde viven alrededor de 9 millones de personas.
Los resultados sugieren que las posibilidades de una ola de calor de tal magnitud habrían sido casi inexistentes sin el cambio climático provocado por los humanos. De hecho, los científicos estiman que dicha ola de calor fue 150 veces más probable y 2 grados más cálida de lo que habría sido antes de la revolución industrial.
Aunque la frecuencia estimada de una ola de calor de esta escala es de 1 vez en cada 1.000 años, los expertos calculan que en el futuro, con un calentamiento global de 2 °C, que con los actuales niveles de emisión sería alcanzado en la década de 2040, tales eventos climáticos ocurrirán cada 5 o 10 años.
"Puede que ya hayamos cruzado el umbral en el sístema climático donde una cantidad pequeña del calentamiento global adicional causa un aumento más rápido de las temperaturas extremas", advirtió Dim Coumou, del Instituto Meteorológico Real de Países Bajos.
"No podemos descartar las posibilidades de que hoy experimentamos unos extremos de calor que solo esperábamos en los niveles superiores del calentamiento global", dijo Friederike Otto, directora adjunta del Instituto de Cambio Climático de la Universidad de Oxford.
Mientras, el climatólogo de la NASA Peter Kalmus estima que las condiciones climáticas seguirán empeorando si la humanidad no deja de quemar combustibles fósiles.
(Russia Today)