La Habana, 3 jul (RHC) La amenaza de una creciente escasez de agua dulce es más seria que nunca, alertaron aquí los participantes en un seminario de cooperación entre el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos de Cuba (INRH) y una agencia japonesa.
Actualmente solo un 0,003 por ciento de la masa total de agua del planeta es aprovechable para los usos humanos, significó además Ibrahim Plaza, del INRH y líder del grupo de especialistas de ese organismo de un proyecto de colaboración con la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA).
También precisó que la cantidad del líquido que hay en el planeta ocupa el 70 por ciento de la superficie terrestre, y el grueso de esa proporción -un 97 por ciento- está en los mares, los océanos y es salada, por lo que no se puede usar para beber, emplearla en la agricultura ni en la mayor parte de las actividades humanas.
El tres por ciento del agua restante es dulce, pero casi toda ella está en los hielos de los polos, en los glaciares, en depósitos subterráneos o en otros lugares de difícil utilización, agregó el experto al explicar aspectos del programa de colaboración con JICA.
Este se denomina Proyecto para el Fortalecimiento de las Capacidades del Manejo del Agua Subterránea y el Control de la Intrusión Salina en Cuba, el cual abarca las provincias de Artemisa, Mayabeque y La Habana, en el occidente del país.
Su objetivo es el mejoramiento de las capacidades de desarrollo y manejo del agua subterránea.
En él se tiene en consideración el cambio climático en una parte del área costera sur de Artemisa y Mayabeque, territorios que abastecen a la capital.
El líder del grupo de expertos del JICA, Shigeki Kihara, señaló que el proyecto, iniciado en 2013 y a concluir en diciembre de 2016, resultó exitoso en el monitoreo de los acuíferos, la elaboración de modelos de agua subterránea, la realización de estudios de técnicas de recarga de las fuentes, el control de la intrusión salida y en los restantes aspectos.
En declaraciones informó que tal programa incluyó la capacitación y adiestramiento de personal cubano en Japón y en la isla, así como la donación a esta de modernos instrumentos y equipos para la realización de los estudios.