Por Ariadna García Guitiérrez
Múltiples son las anécdotas que podría contar acerca de las vivencias, emociones, y el sabor tan agradable que me ha dejado el programa “Sonando en Cuba”, sobre todo por haber podido participar en cada una de las galas desde el teatro Astral; pero sin duda alguna la mayor experiencia ha sido conocer no solo a los artistas, sino también a las personas que son cada uno de los muchachos que participaron en este gran concurso, su naturalidad y respeto hacia el público, su modestia y entrega cada noche de domingo durante tres meses.
ágrimas brotaron de mis ojos (lo que no es muy difícil ante momentos de la vida como este, al menos para mí), por el gran trabajo social que hicieron, por las situaciones difíciles a las que muchos de ellos se enfrentaron en la vida hasta llegar a ser conocidos, por la fuerza de voluntad tan grande que los ha hecho luchar tanto por su sueño,es simplemente admirable.
En ciertos momentos, las inconformidades me invadieron frente a las difíciles eliminaciones, y hasta el sentimiento interno de haber competido con ellos. Me sentí realizada y orgullosa del equipo de trabajo, con cada presentación, pues pese a los ya generalizados criterios negativos respecto a la realización de la televisión nacional, se evidenció la originalidad y el reto asumido por todo el equipo de trabajo de RTV Comercial, quien propuso un espectáculo cargado de originalidad y perspicacia para un público que no esperaba menos.
El reto al que nos enfrentamos aún, de manera general en el país, es al de la desorganización, sobre todo respecto a la entrada al teatro el día de la gala final. Normalmente esta tarea tan importante, pasa desapercibida en todas las aristas de nuestra sociedad, sin embargo, deja mucho que desear cuando no se lleva a cabo con seriedad. La crítica es constructiva, pues en este caso y a mi juicio, eso no demeritó la labor realizada por los propios mentores Haila María Mompié, Mayito Rivera y Paulo Fernandéz Gallo,este último creador,además, de este proyecto, o por los músicos, asesores musicales, camarógrafos y todo el gran equipo de trabajo de Manolito Ortega, el director de este programa.
Es sumamente importante destacar una de las grandes fortalezas de este espacio,sin duda alguna, la campaña de comunicación en torno al programa, a través de diversos medios de comunicación,como por ejemplo, un programa con el mismo nombre emitido por las ondas de Radio Taíno, en la capital cubana, y dirigido por Joaquín Quintero, y que aún se trasmite cada domingo a las doce del mediodía por la 93.3 FM.
Por otro lado, cada lunes, el popular programa “Al Mediodía” invitaba indistintamente a los concursantes, sobre todo a los que pasaban a la llamada zona caliente, mas bien zona de peligro, pues el objetivo era la eliminación parcial y luego total hasta llegar a un único ganador. La invitación era para brindar la información al público acerca de las formas de votar por ellos y sacarlos de esa “zona caliente”, lo que propició el acercamiento continuo de los intérpretes con sus seguidores en el país y fuera de él.
También propició un encuentro entre la población cubana y parte del equipo de realización de “Sonando en Cuba” y sus concursantes, el nuevo espacio de intercambio entre el público cubano y los especialistas de la televisión cubana llamado Comunicar TV, que busca enriquecer los programas televisivos desde las opiniones de los televidentes y los especialistas.
Finalmente a la gran ganadora de Sonando en Cuba, Yulaysi Miranda Ferrer y al del premio de la popularidad, Duani Ramos Álvarez, la felicitación y los deseos de nuevos éxitos en sus carreras.