Río de Janeiro, 6 ene (EFE).- El escritor y periodista brasileño Carlos Heitor Cony, uno de los 'inmortales' de la Academia Brasileña de las Letras, murió en la noche del viernes a sus 91 años en el hospital de Río de Janeiro en que estaba ingresado desde hacía once días por diversos problemas de salud, informaron hoy sus familiares.
Cony, autor de varias novelas que le valieron entre otros galardones tres premios Jabuti, uno de los más prestigiosos para los escritores brasileños, murió de falla múltiple de órganos en el hospital Samaritano, en donde fue sometido hace una semana a una delicada cirugía en el intestino.
Cony, que tuvo una carrera periodística de más de sesenta años por diferentes periódicos y revistas del país, fue autor de premiadas novelas como 'O ventre' (1958), 'Pilatos' (1973), 'Quase memória' (1995), 'O piano e a orquestra' (1996) y 'Romance sem palavras' (1999), las tres últimas de las cuales le valieron premios Jabuti.
El escritor, homenajeado en 1998 por el Gobierno de Francia con la Orden de las Artes y la Letras, igualmente fue autor de libros de crónicas, cuentos y guiones de telenovelas, así como comentarista de radio y columnista del diario Folha de Sao Paulo, funciones estas dos últimas que aún venía ejerciendo activamente.
Cony, nacido en Río de Janeiro el 14 de marzo de 1926, inició su carrera como periodista en 1952 en el Jornal do Brasil, en el que sustituyó a su padre, tras haber pasado algunos años en clausura en un seminario, en el que se dedicó a la lectura de los clásicos y en el que cursó humanidades y filosofía.
'O ventre', su primera novela, fue publicada en 1958, tres años después de haberla concluido a los 29 años para disputar un concurso de escritores.
En 1964, tras el golpe de Estado que dio inicio a un régimen de gobiernos militares en Brasil, fue arrestado en diversas oportunidades por crónicas que eran consideradas ofensivas para las Fuerzas Armadas.
La persecución y la censura lo llevaron a exiliarse en diferentes países, incluyendo Francia y Cuba.
A su regreso a Brasil se vinculó al grupo editorial Manchete, en el que estuvo por 30 años como redactor y director de diferentes revistas y guionista de novelas.
Desde marzo de 2000 ocupaba una de las sillas de la Academia Brasileña de las Letras.