La Habana, 12 feb (RHC) Junto a muchas otras alegrías la Feria es tiempo de distinciones. Día a día se suceden entregas de merecidos reconocimientos, como el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas 2018, que recibió el doctor Sergio Valdés Bernal, de manos de Alpidio Alonso, ministro de Cultura, y Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro.
Por unanimidad el jurado que lo distinguió como ganador resaltó que su producción científica goza de gran prestigio nacional e internacional, tributa y aporta a las Ciencias Sociales y constituye un referente imprescindible para la investigación y la enseñanza de la cultura cubana, destaca el periódico Granma.
Consciente de que en una intervención no caben todos los méritos de un autor distinguido con tal reconocimiento, el poeta y ensayista Virgilio López Lemus, integrante del jurado y a cargo de las palabras de elogio, se refirió a Valdés Bernal como un hombre sabio y modesto.
Lemus repasó algunas de las encomiendas laborales de Valdés Bernal; el Instituto de Literatura y Lingüística, «donde Sergio se jubiló tras más de 40 años de servicio e investigación allí, donde alcanzó a ser investigador titular» y donde obtuviera varios Premios Anuales de la Academia de Ciencias y se desempeñara como Académico titular de ella por dos mandatos seguidos.
Recordó, además, que Valdés Bernal, becario del gobierno revolucionario, estudió en la Universidad Carolina de Praga, donde culminó un máster en eslavística y los grados de Doctor de Filosofía con especialidad en Romanística (1975) y de Doctor en Ciencias con especialidad en Hispanística (1979).
Entre una larga lista de estudios y reconocimientos, López Lemus refirió que actualmente el agasajado es investigador titular del Instituto Cubano de Antropología del Citma y desde 1995 es académico de número de la Academia Cubana de la Lengua, y miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española en 2000, e investigador de la Fundación Fernando Ortiz.
Las palabras de Valdés Bernal, sucintas y cálidas, agradecieron el Premio otorgado por primera vez a un lingüista: «Con ello también se reconoce la importancia que ha logrado la ciencia del lenguaje en nuestro país, así como la labor de todos aquellos que nos dedicamos al estudio y enseñanza de las lenguas, sobre todo la española, soporte idiomático de nuestra cultura, identidad y nación en su modalidad cubana».
Indicó que su formación y percepción de la lingüística se debe a sus estudios superiores de Filología eslava en la Universidad Carolina de Praga, donde tuvo la inmensa fortuna de tener como profesores a destacadas figuras del famoso Círculo Lingüístico de Praga. Encomió también a sus maestros cubanos a la par que lamentó no haber conocido personalmente a Fernando Ortiz, cuyos libros resultaron de gran estímulo «en mi labor investigativa y docente como modelo de ser humano a seguir por su ética y compromiso con su país».
Para cerrar, Valdés Bernal, embargado de emoción, agradeció a su esposa, y en general, a su familia, por ser el sostén en momentos difíciles, «así como en los agradables y estimulantes como este».
(Granma)
