La Habana, 19 dic (RHC) El director de la Oficina del Conservador de la ciudad cubana de Trinidad, Dusnel Zerquera afirmó que el aniversario 31 de la declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, fue motivo para afianzar la memoria material y espiritual del lugar.

Dicha Oficina asume un grupo de labores que van más allá de la urbe para llegar a bateyes y poblados en un empeño por cumplir con demandas de la población.

A los proyectos por su valor patrimonial se integró San Pedro de Palmarejo, único poblado de Cuba que conserva moradas con paredes de embarro -adobe y paja-. Allí se recuperaron hasta la fecha 11 viviendas de un programa de 47.

Igualmente, los especialistas trabajan en la conservación y reparación en la calle Independencia, una de las arterias de la villa, tercera fundada por los españoles en la isla, en 1514, donde predominan viviendas de los siglos XVII y XVIII.

En las zonas aledañas al antiguo ingenio de Manaca-Iznaga se rehabilita el antiguo caserío y otroras barracones de esclavos.

Recientemente se puso en explotación la hacienda de Guachinango, con una diversidad de ofertas ligadas con la vida campesina de la zona.

Además, se benefician otras instalaciones como unidades del comercio y centros educacionales, círculos infantiles y áreas de estar vinculadas a la zona colonial.

Como colofón de las celebraciones se efectuó esta semana el XI Festival de la canción infantil 'Carrusel de Colores', uno de los más destacados en la mayor isla de las Antillas, donde participó La Steel Band infantil de El Cobre, en Santiago de Cuba. (Fuente: PL)