Vicente Feliú
Por: Yílian González Salgado
A punto de entonar ese reconocido tema de la Bayamesa, partió a la eternidad Vicente Feliú el 17 de diciembre de 2021, víctima de un infarto cardíaco. Al hacer pública la noticia en Facebook, su hija Aurora de los Andes recordó, antes de proferirle un te amo, que uno de los fundadores de la trova en Cuba se fue, “haciendo” en toda su estatura y con el corazón más grande que el pecho.
Partió Vicente Feliu, quizás al viento de una razón que no permite espera, partió quizás a ser machete en plena zafra, bala feroz al centro del combate o en cualquier sitio de esa poesía que nos legó en Créeme, su voz.
Entonces hoy por Feliú, el amor quizás espanta, nos derretimos ante un te quiero dulce, somos felices abriendo una trinchera para hacer en su nombre un verso de la vida, que quepa en cada corazón cobarde, enamorado, revolucionario o triste, en los que se inspiró. En cualquier corazón que lata por la trova y se nutra en su voz.
Inicia Vicente Feliú el tránsito a lo eterno, dejándonos el sueño a lo profundo en sus más de siete discos cantándole al vivir, porque NO sabe quedarse, como él mismo cantara, nos deja. Nos deja su arte poética, su aurora, sus ansias del alba, sus guevarianas, su colibrí.
En las Américas, Europa y Asia ha dejado la huella de la trova cubana, ha dejado formas de hacer, de ser y de creer. Se nos queda de cualquier modo el hombre al que el amigo Silvio Rodríguez describiría como aquel en quien se "... sintetiza en mucho una de las aspiraciones del Movimiento de la Nueva Trova: hacer de la canción y del que la canta una compacta unidad. Es un hombre de su tiempo y, desde la acción, le surgen crónicas, canciones, testimonios. Su lenguaje varía según el timbre de la vida o el sueño, pero siempre hay un viento épico rondándolo. Un hombre, un poeta, un trovador sincero"
Vicente Feliú se queda en el pecho cubano con una flor, apuntando en su muerte, a la vida.