Santiago de Cuba, 17 sep (JIT) Oriundo de la populosa barriada santiaguera de Martí, Maykel Demetrio Massó Babastro es una de las nuevas perlas del atletismo nacional.

Callado y maduro para sus apenas 17 años, impresionantes estiradas más allá de los ocho metros durante dos temporadas consecutivas lo han hecho visible en el panorama internacional del salto de longitud.

El pasado año se coronó campeón mundial entre cadetes en Cali, y hace unos meses fue el rey del certamen universal para juveniles disputado en la ciudad polaca de Bydgoszcz.

Acerca de sus propósitos y otros temas JIT conversó con este joven que sueña con recolocar a Cuba en la cima de su especialidad.

¿Cómo fueron tus inicios?

Empecé con 10 años bajo la orientación de mi papá, que fue atleta y también tuvo el sueño de que yo pudiera serlo. Llegué con esa edad a la EIDE Capitán Orestes Acosta Herrera y desde entonces me identificaron como un talento con posibilidades.

¿El salto de longitud fue la opción inicial?

No, realmente comencé a través de una prueba de captación en la especialidad de velocidad, porque a los entrenadores les llamó la atención mi rapidez y movilidad.

¿Por qué el atletismo?

Estuve en baloncesto y tenía buenos movimientos pero el tamaño no me ayudaba, así que aprovechando lo rápido que era intentamos con el atletismo. En ese momento me ayudó mucho el profesor Claro Reyes. Aunque terminé eligiendo el salto largo la verdad es que me apasionaba el salto de altura, pero otra vez el tamaño fue un impedimento.

¿Experiencia en el equipo nacional?

Algo único, y realmente me ha ido bien en todas las categorías en las que he intervenido. El año pasado, con 15 de edad, salté 7,59 metros en una competencia en República Dominicana a la que fui invitado, y ese resultado fue decisivo para llegar al “Cuba”.

Llevo casi dos años y espero tener muchos más por delante. En este sentido quisiera agradecer a mi actual entrenador Juan Gualberto Nápoles, quien conjuntamente con mi familia ha sido un apoyo indispensable.

Háblame sobre el mundial para cadetes.

Fue mi primer gran resultado internacional y también la primera vez que un cubano ganaba el título de mi especialidad en esa categoría. Lo hice con 8,05 metros, récord para la competencia, que fue muy dura, pero gracias a la preparación y a la concentración con que la afronté terminó por constituir una gran experiencia, llena de enseñanzas.

Además, por ese resultado fui seleccionado como Novato del Año en Santiago de Cuba y tuve la oportunidad de participar en otros grandes eventos como el Campeonato Mundial para mayores, efectuado en Beijing. Allí necesité imponerme a los nervios porque era mi primera confrontación a ese nivel, pero de todo se saca experiencia.

¿Cómo valoras el Mundial Juvenil de Polonia?

Increíble. Era mi meta para el año y cumplí las expectativas al terminar campeón con más de ocho metros. Antes tuve el Memorial Barrientos, donde salté 8,28 metros, que también me posibilitaron asistir a los Juegos Olímpicos.

Entonces hablemos de esa lid.

Un sueño hecho realidad a pesar de no incluirme entre los finalistas. Sabía que podía, pero por muchos motivos no lo logré. Creo que esa competencia me hizo darme cuenta de que aún me queda mucho por aprender y madurar.

¿Referentes en tu disciplina deportiva?

Iván Pedroso es mi mayor ejemplo, quiero ser igual o mejor que él, aunque para eso debo esforzarme al máximo. Actualmente comparto equipo con Juan Miguel Echevarría, otro joven talento, y creo que de nosotros depende el futuro del salto largo en el país.

¿Metas por cumplir?

Deseo darle muchos triunfos al pueblo de Cuba y llegar a ser uno de los referentes en la historia del salto de longitud. Quiero participar en el mundial de Londres 2017 y en el panamericano juvenil. Después lo que me toca es prepararme para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde deseo tener una actuación notable.