Barranquilla, Colombia, 25 jul (RHC) En un final dramático decidido en tiempo extra, la selección femenina cubana de baloncesto cayó ante la de Colombia 65-67 y vio trunca una hegemonía de más de cuatro décadas en citas regionales.

La favorita selección cubana buscaba su undécima corona al hilo, pues no perdía en estas lides desde Panamá-70, sin contar las ediciones de San Salvador-2002 y Mayaguez-2010, en las que Cuba no asistió a los juegos.

Pero el martes ante un público ensordecedor que abarrotó el Coliseo Elías Chegwin, las alumnas de Alberto Zabala no estuvieron finas en la efectividad ofensiva y erraron en algunos momentos claves del juego.

Las colombianas, en tanto, jugaron su mejor partido, mostrando combinaciones rápidas bajo las tablas, guiadas por la veloz armadora Maira Caicedo, autora varias canastas en instantes cruciales.

Cuba se fue al descanso con ventaja de siete puntos (30-27), pero las colombianas reaccionaron en el segundo y la pizarra llegó igualada a 55 al tiempo complementario, lo que obligó a los cinco minutos adicionales.

Ante la presión que impone una delirante afición, ambos equipos cometieron varios errores, pero las anfitriones sacaron mejor provecho y se llevaron el triunfo por dos puntos, tomando desquite del revés sufrido ante las de la Isla en la fase clasificatoria.

“Es una derrota que nos duele, veníamos por el oro, pero Colombia fue un digno rival y no tuvimos buena efectividad a la ofensiva”, lamentó el DT Zabala, mientras que la pivot Marlene Cepeda atribuyó la poca efectividad ofensiva a la ansiedad del equipo.

Yaneth Arias, con 16 puntos, y Caicedo, 13, resultaron las líderes a la ofensiva por las cafeteras, mientras que la experimentada Suchitel Avila destacó por las cubanas con 22.

“Estuvimos muy concentradas, nunca perdimos la esperanza. Tuvimos carácter, perseverancia y respondimos a ese público que nunca dejó de apoyarnos”, dijo Caicedo.

Para Colombia resultó su primera corona en el baloncesto regional y su segunda medalla tras bronce de Cartagena-2006.
Además es una de las que más ha disfrutado su afición, sobre todo por la carga de dramatismo que tuvo y porque fue lograda ante el equipo más dominante en la historia de los juegos, el siempre favorito quinteto de Cuba.