La Habana, 15 feb. (JIT) El Torneo Cerro Pelado Granma de Luchas iniciará el domingo venidero, con la presencia de gladiadores de 11 naciones y con sede en el coliseo de la Ciudad Deportiva capitalina.
Luis de la Portilla, presidente de la federación cubana de la disciplina, dijo a JIT que se espera la presencia de unos 90 luchadores foráneos provenientes de Estados Unidos, Alemania, Francia, Marruecos, República Dominicana, Honduras, México, Canadá, Colombia y Brasil.
Cuba se hará representar de tres equipos y alineará con sus principales figuras, a excepción del triple campeón olímpico Mijaín López y el submonarca a ese nivel Yasmany Lugo, ambos del estilo clásico.
Mijaín se reincorporó recientemente a los entrenamientos, tras superar una leve molestia, y Lugo se lesionó hace un par de días y será sometido a una operación de menisco en las próximas horas.
Como es lógico, la mayor atención de los aficionados estará en las actuaciones de conocidas figuras como Oscar Pino, Alejandro Valdés, Yowlys Bonne, Luis Alberto Orta, Reineris Sala, Geandry Garzón, Lianna Montero, Yudaris Sánchez, Milaymis Marín, Yakelín Stornell y otras.
En el marco del evento dirán adiós al deporte activo el varias veces medallista mundial y bronce olímpico Liván López, así como Yamilka del Valle, de las primeras exponentes femeninas de este deporte en la Isla.
La Unión Mundial y la Unión Panamericana de Luchas aprovecharán la ocasión, para despedir al árbitro cubano Fidel Albelo Galván, quien ostenta la categoría primera superior y cumple la edad límite para actuar en lides oficiales.
«Esperamos rivalidad y calidad sobre los colchones, como digno homenaje al 58 Aniversario del Inder que se cumplirá el día 23 de febrero», agregó Portilla.
El siguiente reto para este deporte será la Copa del Mundo de Lucha Libre, en marzo, y más adelante el certamen panamericano de Buenos Aires.
A la capital argentina se asistirá con 18 gladiadores, seis por estilo, para asegurar definitivamente los cupos antes logrados para los Juegos Panamericanos de Lima.
La asistencia a la urbe bonaerense, en las categorías del programa panamericano, es el último requisito para garantizar presencia absoluta en la capital peruana a mitad de año.
