Borges y Nuevo celebran victoria
Tokio, 22 jul (RHC) Figuras experimentadas cargan con el peso en la delegación de Cuba a Tokio-2020. Pero el talento joven siempre dice presente en el deporte cubano y cinco menores de 20 años se ganaron el puesto en el selecto grupo olímpico de 69 deportistas.
Katherine Nuevo (canotaje) y Daniela Fonseca (tenis de mesa) son las más jovencitas de la delegación, ambas con apenas 18 años.
Otros que aún no llegan a las dos décadas de vida son Yarisleidis Cirilo (canotaje) y los atletas Léster Lescay (salto de longitud) y Leyanis Pérez (triple salto), los tres con 19 primaveras.
Aunque para todos alcanzar una medalla resultaría una sorpresa, resulta plausible el solo el hecho de haber clasificado a unos juegos olímpicos, en una era con rigurosos procesos de clasificación, más exigentes aún por las complicaciones impuestas por el coronavirus.
En la memoria de muchos cubanos que peinan canas aparecen hazañas de adolescentes de la talla de los boxeadores Bautista Hernández, campeón olímpico de Moscú-80 con apenas 17 años, y Armandito Martínez, monarca de la misma cita con 18, por solo citar dos de los casos más connotados.
La historia cuenta que el gimnasta griego Dimitrios Loundras es el deportista más joven en competir en unos juegos olímpicos y también el medallista más bisoño, cuando con 10 años ganó el bronce con el equipo de barras paralelas en Atenas-1896.
Tokio-2020 reúne una buena cantidad de prospectos de varios países, cargados de talento y de sueños.
Hend Zaza, una jugadora de tenis de mesa de Siria es la más joven de los más de 11.000 deportistas de Tokio-2020, con solo 12 años, mientras que la británica Sky Brown, del debutante skateboarding, cuenta con 13 primaveras.
Pero al parecer la niña prodigio es de armas tomar. De padre británico y madre japonesa, Brown llega a Tokio tras recuperarse de una fractura de cráneo y ha declarado, incluso, que aspira a la medalla de oro olímpica.