Cubanas del voleibol de playa se preparan para Cali-2021

La Habana, 2 nov )JIT).- Las voleibolistas de playa Lázara Madan y Dayani Zerquera, que representarán a Cuba en los I Juegos Panamericanos Júnior de Cali 2021, mostraron tan rápido como un efectivo rematazo que son atrevidas y que los fuertes compromisos se enfrentan con decisión.

Las capitalinas de 21 y 22 años, respectivamente, basan su objetivo de subir al podio en la esmerada y estable labor en la cancha y el gimnasio de la Escuela Nacional de Voleibol que cumplen desde que retornaron de Boca Chica con el boleto para la cita fijada entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre.

Ambas aseguran que se sienten mucho mejor que cuando asistieron a ese torneo clasificatorio celebrado en la primera semana de julio en el balneario dominicano, lo que representó el debut en la arena internacional.

Allí consiguieron el cuarto boleto de los seis asignados a la Confederación Norte, Centroamérica y del Caribe (Norceca). Ganaron consecutivamente a las anfitrionas, así como a las duplas de El Salvador, Nicaragua y Guatemala.

Ya un tanto agotadas por el bajo nivel físico, dado el largo tiempo sin entrenar por la covid-19, momentos en que afloran más las deficiencias técnicas, cayeron contra México 0-2 en semifinales y 1-2 ante Canadá por el bronce.

«Esta vez pensamos que será diferente, aunque se unen los seis países de Sudamérica. Estamos mucho mejor, el entrenamiento ha sido bien fuerte y ya no estamos solas, ahora tenemos en la “burbuja” a Yanary Duquesne y Teresa Padrón que nos están ayudando mucho», explicó a JIT Lázara, la más espigada y quien ha trabajado insistentemente en la colocación en el bloqueo.

«También el profesor Osvaldo Abreu ha sido muy persistente en el saque y el ataque. Sin dudas hemos avanzado, estamos contentas y eso nos motiva a aspirar a una medalla, y luchar más para llegar a lo más alto en este deporte en el futuro», acotó.

Para Dayani volver a la playa ha significado mayor sacrificio después de cuatro años enfocada en el estudio y solo participando en torneos universitarios. Sin embargo, el avezado entrenador la rescató con vistas al clasificatorio.

Poco a poco, de 80 kilos de peso bajó a 72 «para lucir nuevamente su estampa de atleta» como dice en tono jocoso el “profe” Abreu, pero complacido del progreso de la más pequeña en estatura de la dupla.

«Esta etapa ha sido muy intensa, más físico, las cargas han aumentado, así como el trabajo técnico en el terreno. Pienso que con lo que estamos haciendo vamos a tener un buen resultado en los Juegos, podemos pensar más en grande», manifestó, pero consciente que todavía falta limar detalles y no decaer si quieren dar un alegrón a la familia del voleibol y a la afición en general.

Cerca de ellas la joven sicóloga Karidia Sidibé, quien afirma que «la preparación marcha bien, he logrado cumplir todos los objetivos que me he propuesto hasta el momento, nos quedan cosas pendientes en cuanto al trabajo del pensamiento táctico y terminar algo que hacemos para el control emocional y algunas sesiones que ayudan a la cohesión, a ajustar mejor las parejas desde lo táctico y también lo afectivo».

Atendiendo a la inexperiencia competitiva de esta dupla la especialista señaló que con ellas el trabajo es mayor para que desarrollen más sicológicamente.

«El nivel en estos Juegos será mayor y este es un deporte que supone mucha constancia, pues se enfrentan a condiciones adversas como el viento, a veces la lluvia o mucho sol, por eso he estado trabajando en el desarrollo de las cualidades volitivas. La autoeficacia es la variable que mejor predice el rendimiento y si logran el nivel en ese aspecto, en lo que ellas son capaces de hacer, quizás nos sorprendan en Cali».

Cuba debuta el 30 de noviembre frente al dúo de Argentina, un día después juegan contra el de Islas Vírgenes Americanas y cierran ante las locales la preliminar por el grupo A de los cuatro formados. Avanzan a cuartos de finales los dos primeros lugares de cada llave y lograrlo es la primera meta de Lázara y Dayani para luchar por hacer realidad su sueño: escalar al podio.