Selección francesa de fútbol
foto:PL

Por Orlando González Cruz.

La Habana, 14 dic (RHC) Francia se clasificó hoy a la final de la Copa Mundial de la FIFA que acoge Qatar, luego de vencer a Marruecos (2-0) y mantiene viva la opción de retener la corona conquistada en Rusia 2018.

El juego era un duelo entre la defensa casi perfecta de los marroquíes (en la justa sólo había permitido un gol y para colmos en propia puerta) y el copioso talento futbolístico de los franceses. Precisamente los europeos salieron delante bien temprano en el marcador, con gol de Theo Hernández (minuto 5) rompiendo así la imbatibilidad de los africanos, sin importar que su director técnico Walid Regragui saliera con cinco en el fondo en su esquema de juego inicial.

Los franceses tuvieron la oportunidad de ampliar el marcador poco tiempo después por intermedio de Olivier Giroud, pero su disparo se estrellaba en el travesaño custodiado por Yassine Bounou (Bono). Con el uno por cero en la pizarra marcharían al descanso a pesar de que los africanos se acercaron en los instantes finales con oportunidades a la meta de Hugo Lloris.

En el segundo periodo, los leones del Atlas seguían intentando lograr el empate y los del gallo en su camiseta apostaban tranquilamente al contragolpe. Finalmente el descuento nunca llegaría, pero si la diana definitiva.

El segundo gol de los galos lo anotó Randal Kolo Muani (minuto 79), prácticamente acabado de entrar al campo, luego de una excelente jugada de Kylian Mbappé que se las arregló para sacar un pase filtrado entre medio equipo marroquí.

Vale reconocer que Marruecos tuvo un mundial de ensueños, convirtiéndose en el primer equipo de África que llega a semifinales y dejando una estela de admiración entre los amantes del más universal de los deportes.

El próximo sábado se verán las caras por el tercer lugar Croacia y Maruecos, dejando todo listo para la gran final dominical entre Argentina y Francia. Ambos conjuntos buscarán alcanzar su tercer título, en el caso de los discípulos de Didier Deschamps con la posibilidad de conseguirlo en mundiales consecutivos, un logro sólo materializado por Italia (1934-1938) y Brasil (1958-1962).