La Habana, 20 dic (JIT) Amigos, familiares y compañeros dieron hoy el último adiós al gran Rolando Garbey, figura imprescindible del boxeo en Cuba.
A las honras fúnebres y el sepelio asistió Osvaldo Vento Montiller, presidente del Inder, y Raúl Fornés Valenciano, vicepresidente primero.
Silencio como respeto y aplausos como último homenaje matizaron la despedida en el Panteón del Deporte en la Necrópolis de Colón, a la que asistieron glorias del deporte y otras personalidades.
José Antonio Miranda Carrera, director general de alto rendimiento del Inder, despidió el duelo.
JIT reproduce sus palabras...
Queridos familiares y amigos...
Bastaría repasar su historial competitivo para afirmar que el hombre al que hoy despedimos físicamente formó parte de lo más selecto de la Escuela Cubana de Boxeo.
Pero sus méritos no se limitaron a la conquista de lauros como dos medallas olímpicas, un título mundial o tres coronas panamericanas.
Brilló más allá de esos y otros triunfos realzados a base de consagración al gimnasio, técnica depurada, elegancia y dominio de las herramientas necesarias para erigirse astro del deporte de sus sueños.
Rolando Garbey Garbey fue, por sobre su destacada hoja de servicios, un patriota comprometido con la obra que le permitió desarrollar su talento, un cubano que jamás renunció a sus raíces y demostró que, como dijera Martí, toda la gloria del mundo cabe en un grano de maiz.
Amó a su familia, militó en las filas del Partido Comunista de Cuba y abrazó la misión de enseñar hasta los últimos días en la misma Escuela a la que llegó de la mano del gran Alcides Sagarra, a quien quiso como un padre.
Por todo eso, recibió numerosos reconocimientos y caló muy hondo en un pueblo que le admiró por los valores con que multiplicó el significado de sus aportes como atleta y entrenador.
El mejor homenaje será mantener vivo su legado, como inspiración permanente de quienes dan continuidad a la obra a la que se consagró por completo, para que la Bandera de la Estrella Solitaria siga ondeando en los escenarios más exigentes y continúen resonando los aplausos que ahora solicitamos para él, como el campeón que siempre será.
Muchas gracias...