París, 7 jul (RHC) Alemania y Francia buscan este jueves conquistar el segundo boleto para el partido decisivo de la Eurocopa de fútbol, en el que una de estas dos selecciones se verá las caras con Portugal, el primer finalista.
En un clásico del fútbol en el llamado viejo Continente, los alemanes, campeones del mundo, intentarán eliminar a los anfitriones franceses, quienes tienen un doble compromiso al jugar en su patio.
Alemania se clasificó para las semifinales de la Eurocopa Francia-2016 al derrotar 6-5 por penales a Italia en un partido muy trabado hasta mediada la segunda mitad tras igualar 1-1 en tiempo regular.
Como ha ocurrido a lo largo de este evento, el equipo capaz de empatar no pierde en 90 minutos, y en tiempo extra el choque volvió a trabarse, por lo que tuvieron que ir a la definición desde los 12 pasos.
Francia avanzó a semifinales al derrotar 5-2 a Islandia, considerada la gran revelación del torneo.
Los galos exhibieron sus mejores atributos: ritmo y presión asfixiantes, puntería y sangre fría de cara al gol, orden en todas las líneas y mucha ambición, resaltan especialistas.
Después de casi un mes de Eurocopa, en el duelo de este jueves, los equipos de Alemania y de Francia se batirán por un objetivo supremo: llegar a la final del 10 de julio, lo cual permitirá a uno de los dos conjuntos mantener viva la esperanza de conquistar el título del torneo continental.
Portugal se convirtió este miércoles en el primer finalista de la Eurocopa-2016 de fútbol, gracias a su victoria 2-0 sobre Gales en la primera semifinal, con lo que se enfrentará el domingo en París al vencedor del Francia-Alemania del jueves en Marsella.
Cristiano Ronaldo abrió el marcador para Portugal en el minuto 50, con un remate de cabeza a centro de Raphael Guerreiro. Igualó así el récord de goles globales en la historia de la Eurocopa, 9, que tenía hasta ahora en solitario Michel Platini.
Pese a que no pudo contar con Pepe, baja por lesión, Portugal luego se puso 2-0 con un tanto de Nani (53), abrochando el pase a la final por primera vez desde 2004, cuando había perdido en casa frente a Grecia (1-0), con un jovencísimo Cristiano Ronaldo que vivía su primera frustración en el Europeo.