Bruselas, 29 nov (RHC-PL) Funcionarios de la Unión Europea (UE) reconocieron el rechazo de diversos sectores a los tratados de libre comercio, luego del pacto con Canadá (CETA) y las negociaciones para un arreglo similar con Estados Unidos (TTIP).

A tenor de los hechos, la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, recomendó que los tratados comerciales deberían 'tomar nota de las preocupaciones de la gente y hacer que se sienta incluida'.

Según manifestó, las instituciones europeas están en condiciones de explicar a la ciudadanía 'por qué un acuerdo de comercio con México sería fabuloso', pero en la comunicación sobre la importancia del tema 'se han cometido errores', opinó.

La funcionaria admitió la existencia de temores por los efectos que podrían provocar en el sector agrícola de la Unión la puesta en práctica de pactos como el TTIP y el CETA, al comparecer ante integrantes de las comisiones de Agricultura y Comercio del Parlamento Europeo.

Pese a las críticas, 'la historia nos demuestra que nuestro enfoque es el correcto', dijo Cecilia Malmström, al defender los efectos positivos de anteriores tratados sobre el empleo, la inversión y el crecimiento económico regional.

A juicio de la comisaria, los tratados pueden generar confianza si son eficaces, transparentes y están a la altura de las necesidades de empresas, pymes y consumidores, lo que a juicio de expertos resulta casi imposible, precisamente porque unos ganan y otros pierden.

También el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, defendió la idea de que la clave para el desarrollo de la agricultura en la UE es el comercio y rechazó las opiniones adversas de quienes asocian los tratados a la pérdida de empresas y empleos.

El 95 por ciento de las exportaciones entre la UE y Rusia se han visto sustituidas por los mercados asiáticos o estadounidenses, agregó al defender la búsqueda de nuevas opciones en el mercado.

Ambos funcionarios respondieron a las críticas formuladas por los parlamentarios, y confirmaron que las negociaciones del TTIP están 'en suspenso', en espera de que asuma su cargo el presidente electo en Estados Unidos, Donald Trump, el próximo 20 de enero.