La Habana, 7 may (PL) El desencadenamiento de una guerra comercial de alcance global constituye una amenaza real contra la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible en el planeta, alertaron hoy expertos en un foro de la Cepal, que comenzó este lunes en La Habana.

Académicos, investigadores, representantes gubernamentales y de agencias de Naciones Unidas compartieron visiones sobre el tema en uno los paneles organizados como parte de la celebración del XXXVII período ordinario de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Según recordó el doctor cubano Osvaldo Martínez, del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (Ciem), las actuales tensiones tienen su origen en las posturas del presidente de Estados Unidos, Donal Trump.

Las decisiones del jefe de la Casa Blanca exacerban el proteccionismo y el nacionalismo económico en claro desconocimiento de las normas de la Organización Mundial del Comercio, juzgó el también profesor universitario.

Una guerra comercial, señaló, es un evento difícil de imaginar en las condiciones de una economía mundial cada vez más interconectada y sus posibles efectos negativos serán para todos.

A juicio del especialista, la administración Trump definió a China como el principal enemigo, dada la evolución del gigante asiático y el incremento del déficit comercial bilateral que en 2017 superó los 375 mil millones de dólares a favor de Beijing.

El incremento de la confrontación sería una noticia nada favorable para el cumplimiento de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), recalcó el estudioso, quien también fundamentó los potenciales perjuicios para los Estados Unidos.

América Latina y el Caribe también enfrentan riesgos inherentes a rezagos estructurales históricos, que ahora retoman su incidencia negativa tras finalizar el más reciente boom de altos precios en las materias primas, de las cuales dependen los ingresos fundamentales de la región, sopesó.

Junto al deterioro de los términos de intercambio, avanzaron los déficits fiscales, la deuda externa y los índices de pobreza e indigencia como resultado del acceso al poder de gobiernos con enfoques neoliberales, refirió.

Administraciones de izquierda y progresistas lograron bajar el número de pobres de 233 millones a 168 millones en el plazo de 2012 a 2014, así como la cifra de indigentes de 63 a 48 millones, ilustró.

Sin embargo, indicó, en los últimos tres años debido a políticas neoliberales la cantidad de pobres aumentó en 19 millones y la de indigentes en 14 millones.

Martínez abordó, además, a los estragos debido a la fuga ilícita de capitales y a la permanencia de sistemas tributarios obsoletos y contrapuestos a una posible redistribución equitativa de la riqueza.