Washington, 31 oct (RHC) La hegemonía del dólar estadounidense como la principal moneda de reserva del mundo comienza a resquebrajarse por las políticas de varios actores clave internacionales, afirmó una experta.

China, Rusia y la Unión Europea son algunos de los principales motores detrás de la estrategia para desdolarizar las transacciones financieras, destacó Anne Korin, co-directora del Instituto para el Análisis de la Seguridad Global.

Una de esas razones para ello es evitar estar sujetos a la jurisdicción de Estados Unidos por realizar transacciones en su moneda, explicó Korin en dialogo con la televisora CNBC, especializada en temas económicos y financieros.

No sabemos qué vendrá después, pero lo que sí sabemos es que la situación actual es insostenible porque un creciente número de países se suma a ese plan y son muy poderosos, comentó.

Cuando se usa el dólar o las transacciones se realizan a través de un banco de esa nación, las entidades o países están sujetos a la jurisdicción estadounidense, recalcó la analista.

Como ejemplo citó la decisión unilateral de la Casa Blanca de abandonar el pacto nuclear con Irán e imponer sanciones a Teherán.

Esa situación dejó a las compañías multinacionales europeas vulnerables al castigo de Washington si continuaban haciendo negocios con la nación musulmana, subrayó.

Lorin resaltó que los futuros del petróleo denominados en yuanes chinos, podrían servir como una señal de alerta temprana para el dominio menguante del billete verde.

En los últimos años, el gigante asiático dio pasos para extender el uso de su moneda en el mundo, apuntó la cadena noticiosa.

Diversos gobiernos en la mira de Washington comenzaron a cambiar su matriz de reservas de divisas, no solo para salvaguardarse ante los vaivenes del mercado, sino también para mitigar daños ante eventuales enfrentamientos con la Casa Blanca y por la política proteccionista del presidente Donald Trump.

Hasta mayo del pasado año Rusia fue uno de los mayores inversores en la deuda estadounidense.

Pero a partir de esa fecha se deshizo de la mayor parte de los bonos del Tesoro norteamericano, ante el incremento de las sanciones de Washington, y cambió su matriz de reserva al incrementar la compra de oro, una estrategia imitada por China.

Recientemente ambas naciones concluyeron un acuerdo intergubernamental sobre el intercambio de pagos en sus monedas nacionales.