La Habana, 8 sep (RHC) Los trabajadores de la industria arrocera de Cuba comenzarán a invertir la matriz de la siembra en el cultivo de este cereal: de plantar 240 días al año, en campaña de frío y de primavera, lo harán en mayores números de noviembre a febrero, periodo en el que se pueden garantizar, como promedio, cinco toneladas por hectárea, informó el sitio de la Presidencia de nuestro país.

La noticia trascendió en la más reciente reunión del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, y el vicepresidente Salvador Valdés Mesa, con científicos y expertos que trabajan en temas de soberanía alimentaria y nutricional.

Al respecto, Telce González, director del Instituto de Investigaciones de Granos, informó que en la próxima campaña se sembrarán 90 000 hectáreas en época de frío, que promedien 1,5 toneladas por hectárea más que en la primavera.

González valoró el arroz como un alimento estratégico para el país y aseguró que disponemos de 69 variedades de semillas inscritas, de ellas 12 actualmente en producción, lo cual se traduce en una buena composición varietal en las provincias.

Para el próximo año, la meta es sembrar 157 000 hectáreas, con una producción de 692 800 toneladas de arroz cáscara húmedo, que deben dar 346 000 toneladas de arroz consumo, de ellas 250 000 con destino al Ministerio del Comercio Interior, cifras muy por debajo de lo que demanda y puede producir el país, afirmó.

Cuba necesita 700 000 toneladas de arroz para cubrir la canasta básica normada y el consumo social. En la proyección del programa arrocero hasta el 2030, se estima que el país aporte, desde la producción nacional, unas 600 000 toneladas, las que representarían el 86 % de la demanda anualmente.

Para el directivo, el mayor problema está en «el insuficiente aseguramiento de insumos para la producción agroindustrial de arroz, lo que ha causado que en los dos últimos años el programa haya tenido una disminución en sus compromisos y un desaprovechamiento del potencial genético de las variedades disponibles».

Otra de las proyecciones de trabajo es llegar a cubrir el ciento por ciento del área sembrada con el uso de bioproductos. Existe «un paquete de bioproductos para el arroz, algunos tan importantes que logran sustituir plaguicidas químicos», puntualizó.

En su intervención, dio a conocer que a partir de plataformas de cooperación con varios países, entre ellos Japón y Vietnam –que posibilitaron acceder a fondos no reembolsables–, ya se encuentran en Cuba módulos para la tecnología de trasplante mecanizado, que comprenden 199 tractores, 46 trasplantadoras autopropulsadas, 41 máquinas sembradoras de bandeja y 42 cosechadoras.

Se refirió también a un proyecto con Geocuba. Se trata de tres vuelos con drones en el ciento por ciento de las áreas de siembra de cada una de sus empresas. Uno para hacer análisis de población, otro para monitorear plagas y un tercero para hacer un estimado real del rendimiento de los campos, lo cual va a ayudar a que las empresas tengan una mejor planificación y logren un programa de cosecha más adecuado. (Fuente: Granma).