Imágen Ilustrativa.Foto: Archivo.
La Habana, 10 feb (RHC) Cuba tiene en Osmar Garcés Velázquez otro campesino que, desde el municipio espacial Isla de la Juventud, apuesta por el desarrollo de las minindustrias a partir del tratamiento térmico a productos ecológicos de cara al autoabastecimiento territorial.
Esta opción posibilita el procesamiento de aquellos cultivos que por su tamaño o estado de maduración no se pueden comercializar como productos frescos y sí después de encurtirlos, gracias a los insumos asegurados por el Programa de Innovación Agrícola Local (PIAL por sus siglas), explicó el agricultor.
Comentó que ya está microlocalizado el lugar donde se construirá el local de la minindustria en la finca "La Reina", cada surtido debe acogerse a las normas de elaboración para preservar la inocuidad de los alimentos, además de enviar muestras testigos a los expertos, de acuerdo con requerimientos del sistema de salud.
Este proyecto que coordina la universidad local beneficiará a tres mujeres -de la zona rural del poblado de La Fe- encargadas de elaborar, procesar, envasar, sellar y etiquetar el producto terminado para entregarlo al punto de venta de la Cooperativa de Créditos y Servicios Ovido Pantoja, refirió.
Apuntó que el sello comercial está registrado y avalado por la delegación territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente e incluye en la inscripción la fecha de elaboración y de caducidad del alimento, tipo de producto, el nombre y dirección de la finca para en caso de solicitud o reclamación.
En bolsas asépticas salen a la venta los encurtidos con un permiso emitido por el departamento de Higiene, Epidemiología y Microbiología del área de salud pública de La Fe, que certifica la esterilidad comercial de los vegetales encurtidos y procesados como puré o salsa, dijo.
Agregó que 90 por ciento de los productos sale de los picos de cosechas de la finca, pero se prevé, cuando concluya la actual campaña, dedicar un área de esa posesión en usufructo a la siembra de vegetales y hortalizas destinada a la manufactura, para que no compita con las producciones contratadas con la CCS.
La oferta de encurtidos a partir del cultivo de hortalizas y vegetales con productos biológicos es una garantía para el consumidor, quien puede adquirir 400 o 500 gramos del surtido a 14 o 15 pesos, en dependencia del tipo y costo de producción, especificó Garcés Velázquez, quien junto a su familia trabaja la tierra.
Si bien en Cuba es tradición que los campesinos conviertan los excedentes de cosecha en producciones artesanales, hoy deviene en alternativa que -bajo el amparo de la Resolución No. 247/2020, alusiva a la bonificación en el pago del impuesto sobre las ventas de un cinco por ciento- incentiva este tipo elaboración a pequeña escala.
Esta experiencia se sustenta además en el programa de desarrollo integral del municipio especial, que privilegia entre sus objetivos la producción de alimentos. (Fuente: ACN).