Madrid, 21 ago (RHC) El PSOE, Partido Socialista Obrero Español, consideró un presagio inexacto la celebración de nuevas elecciones en ese país si el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no consigue reelegirse en el cargo.
El primer secretario del Partido Socialista de Cataluña, Miquel Iceta, calificó de falso sostener que si el también titular del conservador Partido Popular no logra la investidura, España estará abocada a nuevos comicios, terceros en un año.
Recordó que tras la sesión en el Congreso de los Diputados habrá un plazo de dos meses para explorar alternativas, con aspirantes a la presidencia de otros partidos, o un nuevo postulante capaz de reunir más respaldo que el mandatario saliente.
En días recientes se informó que los dos principales referentes de la derecha española, el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C's), firmaron un pacto anticorrupción exigido por la segunda agrupación a cambio de respaldar la reelección del conservador Mariano Rajoy.
El acuerdo, por el que la agrupación de Albert Rivera se compromete a votar a favor de la investidura de Rajoy a la presidencia del Gobierno de España, fue sellado por los portavoces parlamentarios del PP, Rafael Hernando, y de C's, Juan Carlos Girauta.
Las condiciones exigidas por Rivera para apoyar la continuidad en el poder del actual gobernante en funciones son que ningún cargo público imputado ocupe puestos en el Ejecutivo o en el Congreso de los Diputados.
Tras comprometerse en campaña a no facilitar la permanencia del mandatario interino, el presidente de Ciudadanos dijo hace 10 días estar dispuesto a modificar su abstención por un voto afirmativo para permitir un nuevo mandato del conservador.
No obstante, supeditó ese radical viraje a que Rajoy aceptara seis exigencias de su agrupación, entre las que figura la aprobación de una nueva ley electoral, eliminar los aforamientos y acabar con los indultos por corrupción política.
También le reclamó limitar los mandatos presidenciales a ocho años, la expulsión inmediata de cualquier cargo público imputado por corrupción y crear una comisión parlamentaria para investigar la presunta financiación ilegal del PP.
Rivera anunció entonces que si el máximo dirigente del PP avalaba esas premisas, sus 32 representantes en el Congreso de los Diputados le otorgarían la confianza en una segunda votación.
En una comparecencia ante los medios de comunicación, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, confirmó la víspera que el debate de investidura se celebrará el próximo 30 de agosto.
Como norma, esa sesión dura dos días y la votación se produce en la segunda de esas jornadas, en este caso el miércoles 31 de agosto.
Para ser proclamado jefe del Ejecutivo, Rajoy, en funciones desde diciembre, requerirá en esa primera ronda contar con la mayoría absoluta del Congreso, establecida en 176 de sus 350 miembros.
De no lograr en esa primera vuelta la confianza del parlamento, como es previsible, tendrá que presentarse el viernes 2 de septiembre a una segunda votación, para la cual apenas necesitará mayoría simple, es decir, más sufragios a favor que en contra.
Si entonces tampoco obtiene el respaldo suficiente, comenzaría a correr el plazo de dos meses que marca la Constitución para la disolución automática de las Cortes Generales (parlamento bicameral) y la convocatoria de nuevas elecciones, terceras en un año.
En los comicios del 26 de junio, una repetición de los celebrados el 20 de diciembre de 2015 ante su inconcluso desenlace, el PP obtuvo 137 escaños, seguido por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE, 85), la coalición de izquierda Unidos Podemos (71) y C's (32).
El actual inquilino de la Moncloa reconoció ayer que no cuenta con los apoyos necesarios y pidió al principal partido de la oposición, el PSOE, que le otorgue al menos su abstención para ser elegido presidente.