Madrid, 2 sep (RHC) El líder del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, encara este viernes la segunda votación de investidura, en la que previsiblemente recibirá el rechazo mayoritario a su pretensión de revalidar como presidente del Gobierno español.

 Jefe del Ejecutivo en funciones desde hace más de ocho meses, Rajoy no logró el miércoles renovar el cargo al obtener el apoyo de 170 de los 350 miembros del Congreso de los Diputados, por debajo de los 176 requeridos (mayoría absoluta) para ser investido en la primera vuelta, recuerda Prensa Latina.

 Un total de 180 diputados votaron en contra del candidato del PP, quien deberá someterse este viernes a una segunda votación, en la que sólo necesitaría mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra de su investidura.

 Salvo sorpresas de último momento, el aspirante al sillón del gubernamental Palacio de la Moncloa tampoco alcanzaría superar con éxito esta segunda ronda, con lo que protagonizaría la segunda investidura fallida de la democracia española.

 Hace dos días, el gobernante saliente solicitó la confianza de la Cámara baja con el respaldo de sus 137 escaños, los 32 del centroderechista Ciudadanos y uno de la pequeña agrupación Coalición Canaria.

 En su contra tuvo a los 85 diputados del Partido Socialista Obrero Español (PSOE, principal de la oposición), los 71 de la coalición de izquierda Unidos Podemos y 24 de varias formaciones nacionalistas que completan la cámara encargada de designar al presidente.

 A partir del 31 de agosto pasado comenzó a correr el plazo de dos meses que marca la Constitución para la disolución automática del Congreso y el Senado y la convocatoria de nuevas elecciones -terceras en un año-, una situación inédita en España.

 Si en ese tiempo, que expira el 31 de octubre venideo, no se logra la formación de un ejecutivo, se abriría un período de 54 días para la realización de una tercera cita con las urnas, que caerían el 25 de diciembre (Navidad).

 Para evitar ese supuesto, Unidos Podemos, Compromís y algunos partidos nacionalistas vascos y catalanes emplazaron al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a dar un paso para liderar una alternativa de gobierno a la del PP.

 España vive una parálisis institucional desde las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, que debieron repetirse el 26 de junio ante la incapacidad de los partidos para llegar a un acuerdo de gobierno.

 La irrupción en el Congreso de Podemos (centroizquierda) y Ciudadanos (centroderecha), tercera y cuarta fuerzas parlamentarias, respectivamente, acabaron con más de tres décadas de alternancia en el poder entre PP y PSOE, acostumbrados a gobernar en solitario.