Roma, 13 sep (RHC-PL) Representantes de partidos políticos italianos de oposición condenaron el apoyo expresado por el embajador estadounidense, John Phillips, a la reforma constitucional propuesta por el primer ministro Matteo Renzi.

Al intervenir en un encuentro sobre la anunciada salida británica de la Unión Europea, el diplomático manifestó que si triunfa el no en el referendo de noviembre próximo, en el cual los italianos decidirán sobre el proyecto impulsado por el jefe de gobierno, sería 'un paso atrás'.

Lo que necesita Italia -dijo Phillips según varios medios de prensa- es estabilidad y la reforma la asegura. Por eso -apuntó- el referendo abre una esperanza.

Desde Forza Italia (FI) y la Liga Norte (LN) en la extrema derecha, hasta el renovador Movimiento 5 Estrellas (M5E), reaccionaron en bloque contra lo que consideraron una injerencia inaceptable en los asuntos internos del país, de acuerdo con las versiones difundidas por los principales medios de prensa nacionales.

'El artículo 1 de nuestra Carta Magna dice que la soberanía pertenece al pueblo y ese pueblo, querido embajador Phillips, es el italiano', señaló Renato Brunetta, líder del grupo de FI en la Cámara de Diputados.

Para Pier Luigi Bersani, ex secretario del gobernante Partido Democrático (PD), las palabras del embajador son increíbles al tiempo que preguntó: ¿Por quiénes nos toma?

Los diputados del M5E en las comisiones de Asuntos Constitucionales y Exteriores acusaron al diplomático de una intervención inaceptable y una grave injerencia en los asuntos internos de este país.

En tanto, el dirigente del M5E y vicepresidente de la Cámara de Diputados, Luigi Di Maio lanzó duras críticas contra el primer ministro Renzi, a quien acusó de convertir el referendo en un asunto personal.

Por su parte, Matteo Salvini, secretario general de la LN le exigió al diplomático que se ocupe de sus asuntos y no interfiera en la realidad italiana 'como tantas veces sucedió en el pasado'.

En un tono similar se pronunció Nicola Fratoianni diputado y miembro del ejecutivo nacional de Izquierda Italiana.

La sociedad italiana se muestra dividida en torno a la reforma impulsada por Renzi. Quienes la respaldan, consideran que simplificará los procesos políticos y le dará mayor estabilidad a la gestión de gobierno, en tanto quienes se oponen piensan que provocará una concentración excesiva del poder y reducirá los espacios para el debate y la participación ciudadana en la vida del país.