Damasco, 17 mar (RHC) Un bombardeo de la Coalición Internacional liderada por Estados Unidos causó 42 muertos en las cercanías de una mezquita en el poblado sirio de Al Jinab, provincia de Idleb.
De acuerdo con datos recogidos en el terreno, en esa localidad fueron hallados restos de un proyectil, habitualmente empleados por esa coalición y que en un primer momento medios occidentales imputaron a la aviación rusa.
En las últimas horas, el Pentágono admitió el bombardeo a Al Jinab, pero sin admitir bajas civiles.
Igualmente, el ministerio ruso de Defensa denunció las consecuencias nocivas de las campañas mediáticas sobre sus acciones en Siria, luego del ataque de aviones de la coalición occidental contra una aldea del país levantino.
Lo ocurrido en la localidad de Al June, cuya población civil fue atacada por naves aéreas aliadas, se convirtió en el momento de la verdad para quienes fraguan campañas antirrusas, declaró el vocero de la referida dependencia, Igor Konashenkov.
El mayor general explicó que las primeras informaciones, basadas en la llamada Red de Derechos Humanos de Siria, como es habitual, sugirieron que la acción fue una matanza cometida por el ejército sirio y sus patrocinadores, en alusión a Moscú.
Luego, la noticia, dada por un centro que en su tiempo utilizó informaciones falsas de los llamados "cascos blancos", la citaron medios de prensa como el alemán Bild y la televisora Euronews, declaró el general ruso.
Solo que después se supo sobre el hallazgo en el lugar de la supuesta tragedia de fragmentos de la bomba AGM-114 Hellfire, empleada por la aviación occidental, destacó el portavoz del ministerio de Defensa.
A partir de ahí, se suspendió el habitual ciclo de campaña mediática contra Damasco y Moscú, en el cual, por lo general, participan Human Right Watch y otras entidades similares para denunciar los presuntos desmanes de Rusia y Siria, comentó.
Podemos adelantar que la respuesta de la jefatura de la coalición será que en cualquier guerra se cometen errores o justificaciones similares, destacó el oficial ruso.
Medios de prensa locales señalaron que desde el Pentágono negaron la existencia de algún tipo de víctimas en el ataque contra Al June.
En su momento, la prensa occidental acusó a Rusia de impedir el acceso de ayuda humanitaria a la ciudad siria de Alepo y de bombardear allí a la población, mientras apelaba al respeto de los derechos humanos de la llamada oposición moderada.
Sin embargo, una vez liberada la ciudad, se descubrieron fosas comunes, donde aparecieron civiles esposados con tiros de en la cabeza y visiblemente torturados por los grupos armados.