Roma, 16 jul (RHC) Con la intención de frenar el flujo migratorio, el gobierno italiano aplica mayores controles sobre las ONG, organizaciones no gubernamentales, presentes en las operaciones de socorro en el mar Mediterráneo.

El papel de esas instituciones en las actividades de rescate ocupa el centro de una polémica iniciada cuando el diario británico The Financial Times publicó partes de un informe confidencial de la Agencia Europea para la Guardia Costera y de Fronteras.

En el documento, según el periódico, se expresaban dudas sobre el comportamiento de algunas ONG, a las cuales se atribuían posibles vínculos con las redes de traficantes de personas, aunque sin precisar nombres.

En total son alrededor de una decena de esas organizaciones las que participan en las tareas de auxilio, y en el primer semestre de este año, el 34 por ciento de los más de 85 mil emigrantes desembarcados en las costas italianas fueron rescatados por esas entidades no gubernamentales.

Recientemente se publicó que un total de 103 175 migrantes arribaron por mar Mediterráneo a Europa en lo que va de año, mientras 2357 encontraron la muerte en esas aguas, revela hoy un reporte oficial.

Según el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que recoge las cifras entre el 1 de enero y el 12 de julio, se señala a Italia, ruta del Mediterráneo central, como el país con mayor cantidad de las llegadas, 86 121, lo que supera las 78 255 de igual período del año anterior.

En segundo lugar se ubica Grecia, ruta del Mediterráneo oriental, con 9 723 inmigrantes, drástica reducción en relación con los 158 938 registrados en ese período de 2016 resultante, a criterio de observadores, de un acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, así como por el cierre de la ruta de los Balcanes.

Respecto a las pérdidas de vidas humanas, el órgano migratorio de la ONU dio a conocer que 2 206 ocurrieron en el Mediterráneo central rumbo a las costas italianas y solo 37 en el Mediterráneo oriental, en el trayecto desde territorio turco hacia las islas helenas por el mar Egeo.

España, en la ruta del Mediterráneo occidental, se ubicó en un tercer puesto con la llegada a sus playas de 6 973 migrantes irregulares y la muerte de 114, que en comparación con los 2 476 que desembarcaron allí y los 87 que fallecieron en los primeros meses de 2016, evidencia un incremento significativo.