Washington, 1 ago (RHC) El senador estadounidense Jeff Flake advirtió que el Partido Republicano enfrenta una crisis de principios que posibilitó la elección del presidente Donald Trump, a propósito de la salida a la venta de su nuevo libro.

La obra, Consciencia de un conservador, un rechazo de la política destructiva y un retorno al principio, aborda los cambios políticos de esa organización en los últimos años y sus manifestaciones en los comicios de noviembre último.

De acuerdo con Flake, quien buscará la reelección en 2018, ser conservador no es solo adoptar políticas conservadoras, pues la definición también importa en términos de comportamiento y contenido.

El legislador por el estado de Arizona aseguró que contribuyó para que Trump llegara a la Casa Blanca, sin embargo se han abandonado muchos de los principios que caracterizaban al Partido Republicano, como el libre comercio.

Flake afirmó que la primera obligación de los conservadores debería ser la honestidad hacia la gente pero nunca se abandonaron tan rápidamente los principios fundamentales partidistas como ocurrió durante el último proceso eleccionario en Estados Unidos.

También se divulgó que el Senado de Estados Unidos confirmó con amplia ventaja a Christopher Wray como director del Buró Federal de Investigación (FBI), cargo en el que sustituirá a James Comey tras su despido el pasado 9 de mayo.

Los miembros de la Cámara alta ratificaron al nominado del presidente, Donald Trump, por 92 votos a favor y cinco en contra (los de los demócratas Kirsten Gillibrand, Elizabeth Warren, Ron White, Ed Markey y Jeff Merkley).

El mandatario realizó la propuesta de nombrar a Wray para esa posición el 7 de junio, casi un mes después de que sorpresivamente despidiera al anterior titular de la agencia federal.

Pero ese anuncio se diluyó en medio del flujo de noticias en torno al propio Comey, quien al día siguiente compareció frente al Comité de Inteligencia del Senado y encendió más la polémica sobre una presunta interferencia rusa en los comicios de 2016 y una supuesta colusión con el equipo del presidente.

Según la versión del exdirector, Trump le habría pedido lealtad y que dejara pasar una investigación sobre su exconsejero de Seguridad Nacional Michael Flynn luego de que este renunciara al cargo en medio de un escándalo por contactos con funcionarios rusos.

Ante esos hechos, durante su audiencia de confirmación Wray enfrentó preguntas acerca de las pesquisas sobre los comicios, consideradas la razón principal del despido de Comey, y fue cuestionado sobre la imparcialidad que está dispuesto a tener en el puesto.

En su intervención ante el Comité Judicial del Senado el 12 de julio último, el abogado de 50 años sostuvo que jamás permitirá que la labor del FBI sea impulsada por otra cosa que no sean “los hechos, la ley y el afán extrapartidario de justicia”.

Con su confirmación, Wray se convierte en el octavo director de la oficina y, según medios locales, llega al cargo con una experiencia significativa en la aplicación de la ley federal.

Su entrada al puesto ocurre cuando el fiscal especial Robert Mueller, nombrado tras el despido de Comey, supervisa la pesquisa del Departamento de Justicia sobre los comicios de 2016.