La Habana, 5 oct (RHC-PL) Una consecuencia clara de la feminización de la migración es el aumento de los riesgos y las vulnerabilidades a los que mujeres y niñas están expuestas, estimaron hoy expertos en un foro convocado por la Cepal.

La reunión 56 de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe sirvió de escenario para el análisis, con la participación de altos funcionarios gubernamentales y representantes de organizaciones civiles, incluidas agrupaciones femeninas.

Sobre el tema disertó la directora general adjunta de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Laura Thompson, quien destacó el interés de continuar investigaciones conjuntas con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y otras agencias del sistema de Naciones Unidas.

Ministras y altas autoridades de los mecanismos para el adelanto de las mujeres también reconocieron la persistencia de iniquidades estructurales de género, articuladas con otras diferencias sociales, entre ellas de clase, etnia, edad, identidad, orientación sexual y religión.

Como consecuencia, las políticas migratorias deben incluir medidas específicas para proteger a las mujeres y niñas de potenciales abusos y explotaciones, y asegurar que estas tengan acceso a la información, la asistencia y a los mecanismos que garanticen el disfrute pleno de sus derechos fundamentales, valoró.

La realidad migratoria actual, recalcó la representante de la OIM, también ofrece oportunidades a las mujeres de continuar su educación, de participar en la vida económica o pública, e incluso de tomar las primeras decisiones en sus vidas.

La incorporación de las migrantes al mercado de trabajo, supone para muchas mujeres el desarrollo de nuevos conocimientos y habilidades, así como una mayor autonomía e independencia económica y social, acotó.

Ellas, agregó, pueden convertirse en agentes de desarrollo para sus familias y comunidades de origen a través de los nuevos saberes, habilidades y formas de ejercicio de la ciudadanía aprendidos a partir de la experiencia migratoria.

Tampoco debe pasarse por alto que las emigrantes ejercen un impacto positivo en los países de acogida, pues tienen un rol importante en materia de participación económica, no solo por la contribución al sistema impositivo y a la seguridad social, sino también por su aporte a la provisión de bienes y servicios y a las cadenas de cuidado de menores y personas de la tercera edad.

A escala internacional, consideró el panel, la implementación de la Agenda 2030 sobre desarrollo sostenible tiene ante sí el importante reto de favorecer los aspectos positivos y las oportunidades que la emigración puede ofrecer a las mujeres, niñas y adolescentes y al mismo tiempo limitar los riesgos y peligros que ella conlleva.

Esta cita de la Cepal, que finalizará mañana, contempló también exposiciones acerca de los planes nacionales de igualdad de género por parte de países como Cuba y Chile.