Washington, 16 may (RHC) El comité de inteligencia del Senado estadounidense prevé votar hoy sobre la nominación de Gina Haspel como directora de la CIA, Agencia Central de Inteligencia.
La votación tendrá lugar a puertas cerradas y se espera que Haspel reciba el apoyo de al menos nueve de los 15 miembros del comité, el de los ocho republicanos y al menos un demócrata, el senador por Virginia Occidental Joe Manchin, quienes ya han confirmado su voto positivo, señala Prensa Latina.
De recibir luz verde, el pleno de la Cámara alta deberá la semana próxima avalar o no a la polémica nominada por el presidente Donald Trump, cuestionada por su papel en el manejo de sitios donde fueron torturados presuntos terroristas.
La funcionaria necesita 51 votos -de los 100 asientos de la Cámara alta- para convertirse en la primera directora de la CIA.
La candidatura de Haspel suscitó la oposición de líderes políticos y militares, incluido el influyente senador republicano John McCain, quien instó a la Cámara alta a rechazarla.
El 23 de abril pasado, más de un centenar de generales retirados de Estados Unidos pidieron al hemiciclo legislativo examinar de cerca la participación de Haspel en el programa de entrega, detención e interrogación de prisioneros en el exterior.
No aceptamos los esfuerzos para disculparla por la tortura y otros abusos ilícitos de los detenidos con la excusa de que 'solo seguía órdenes' o que el impacto de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 justifica la conducta ilegal y poco ética, señalaron.
VoteVets, un grupo de veteranos progresistas, instó a los legisladores a respaldar a John McCain en un nuevo anuncio televisivo contra la nominación de Haspel publicado el martes.
La semana pasada durante la audiencia de confirmación ante el comité, Haspel enfrentó preguntas difíciles y críticas de las senadoras demócratas Dianne Feinstein y Kamala Harris, y de otros legisladores del partido azul.
La actual subdirectora de la entidad federal defendió con firmeza la actuación de la CIA en la denominada lucha contra el terrorismo y su propia 'brújula moral', ya que los demócratas la presionaron repetidamente sobre la eticidad de la tortura, además de criticarla por proporcionar respuestas 'legalistas'.
Los legisladores se mostraron contrariados por la participación de Haspel en esos procedimientos cuando servía en una prisión secreta en Tailandia.
En 2002, la CIA cerró dicha prisión en la nación asiática y Haspel comenzó a trabajar para los servicios clandestinos de la agencia, entonces bajo la dirección de José Rodríguez, quien a petición de ella y sin el visto bueno de la Casa Blanca, ordenó destruir casi un centenar de cintas de video en las que se documentaron las torturas a dos supuestos terroristas de Al Qaeda.
Haspel prometió que bajo su liderazgo, la CIA no volvería a utilizar las llamadas 'técnicas de interrogatorio mejoradas', y argumentó que la agencia carece de la experiencia necesaria para llevar a cabo interrogatorios y que no cree que 'la tortura funcione', como ha declarado el presidente Donald Trump.
(Prensa Latina)
