Washington, 21 may (RHC) El secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, anunció que su gobierno impondrá a Irán las sanciones más fuertes de la historia, para obligarlo a cambiar las posiciones que la Casa Blanca considera hostiles a sus intereses.

El funcionario estadounidense indicó que ejercerán una presión financiera sin precedentes, y explicó que la nueva estrategia de cara al país persa, incluye una docena de condiciones antes de que Washington otorgue el visto bueno a cualquier nuevo pacto sobre el programa nuclear iraní.

La lista de demandas incluye que las autoridades iraníes deben ofrecer detalles sobre el pasado de sus planes de investigaciones atómicas, detener el enriquecimiento de uranio, y renunciar al reprocesamiento de plutonio, así como permitir acceso ilimitado a todos los sitios que los expertos norteamericanos deseen inspeccionar.

El jefe de la diplomacia estadounidense aseguró que la administración del presidente Donald Trump está dispuesta a levantar sus sanciones si alcanza un tratado permanente con Teherán,que acabe con sus sistemas de misiles balísticos y algunas actividades en Oriente Medio supuestamente contrarias a la seguridad nacional de Estados Unidos.

Con anterioridad, Irán rechazó cualquier intento de discutir temas ajenos al acuerdo nuclear, de lo contrario el pacto está en muerte clínica, apuntó el canciller Mohammad Yavad Zarif.

Durante un discurso ante el Consejo de Shura, citado hoy aquí, Zarif precisó que a los delegados europeos se les informó sobre el rechazo iraní a abordar cuestiones fuera del tratado de Teherán-G5+1 (EE.UU., Reino Unido, Francia, Rusia y China más Alemania).

Tras una reunión con el jefe de la diplomacia del país persa, el comisario de Energía de la Unión Europea (UE), Miguel Arias Cañete, reiteró el compromiso del bloque integracionista con el Plan Integral de Acción Conjunta o acuerdo nuclear.

A su momento, el vicecanciller iraní, Abbas Araqchi, ratificó que Teherán honrará el convenio nuclear, pero no discutirá otros asuntos ajenos a esa avenencia.

Araqchi destacó que al firmarse en 2015 el acuerdo, se separaron las cuestiones nucleares del programa disuasivo y defensivo iraní de misiles.

El vicetitular difundió las exigencias iraníes sobre la UE de fortalecer relaciones económicas y trabajar en los sectores del petróleo, el gas y de seguros.

Mientras, Ali Akbar Velayati, asesor del líder de la Revolución Islámica de Irán para Asuntos Internacionales, comentó que las contradicciones europeas despiertan dudas, aunque que la nación persa espera conseguir suficientes garantías durante las negociaciones.