Damasco, 31 may (RHC) El Presidente sirio, Bashar Al-Assad, explicó en una entrevista televisiva la política de doble rasero de Estados Unidos al llevar un discurso antiterrorista pero apoyar en la misma medida los conflictos bélicos en el medio oriente.

Aseguró que el norteño país americano y sus aliados intentan prolongar la guerra con más apoyo a grupos extremistas, incluso en ciudades liberadas por el ejército.

En entrevista concedida a la cadena televisiva Rusia Today (RT), el gobernante señaló que, no obstante, con cada triunfo sobre el terreno por las tropas gubernamentales Siria se acerca al final del conflicto armado.

Tras considerar que en este país árabe se logra una mayor seguridad, el mandatario valoró que estabilizar de forma completa la situación en Siria no tomaría más de un año sin la intervención de fuerzas extranjeras.

Insistió, en ese sentido, en que las tropas estadounidenses deberían marcharse de suelo sirio, ya que los pueblos no aceptan la presencia de ocupantes extranjeros en esta región de Medio Oriente.

Desde 2014 tropas de Estados Unidos y sus aliados, que apoyan a agrupaciones extremistas, se despliegan en territorio sirio, sin un mandato ni la autorización de Naciones Unidas ni del gobierno sirio, denunció reiteradamente el gobierno de Damasco.

Luego de expresar que las tropas gubernamentales derrotan a los radicales en todas las regiones del país, el líder sirio consideró que tras la liberación de Alepo, Deir Ezzor, Homs y Damasco, Estados Unidos está perdiendo todas sus cartas.

Señaló, en ese sentido, que cuando se desató el escándalo de que la agrupación Frente al-Nusra es parte de Al-Qaeda, el país occidental recurrió a otra carta: las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).

Al referirse a las FDS, alianza kurdo-árabe que opera en el norte de esta nación mesoriental, el gobernante manifestó que para liberar las zonas controladas por esa organización, respaldada por Washington, existe la opción del camino del diálogo, y si este fracasa el ejército recurrirá a la fuerza militar.

El presidente Al-Assad, quien ratificó que las tropas gubernamentales y sus aliados liberarán cada pulgada del territorio sirio ocupado por radicales takfiríes, señaló que muchos grupos armados escogieron salir hacia la norteña provincia de Idlib.

Apuntó al respecto que con pleno apoyo de Turquía desde 2015, las agrupaciones terroristas se apoderaron de Idlib, lo que demuestra que esas organizaciones comparten la misma ideología extremista oscurantista de bandas radicales como el Frente al-Nusra.

El mandatario aseguró, por otra parte, que este país no posee armas químicas, y tampoco tiene razones para utilizarlas contra su propio pueblo, el cual apoya al gobierno sirio.