N.Unidas, 1 jul (RHC) El secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, abordan el tema de los refugiados, en visita que realizan a Bangladesh.
En declaraciones a la prensa, el máximo representante de Naciones Unidas expresó solidaridad con los rohinyás y con el pueblo de Bangladesh, que tan generosamente acogen a esa comunidad musulmana desplazada de Myanmar.
Este domingo en la capital bangladesí, Guterres y el presidente del Grupo del Banco Mundial mantendrán reuniones bilaterales con altos funcionarios, incluido el primer ministro, Sheikh Hasina, según anunció la oficina del portavoz del secretario general.
Para el 2 de julio está previsto un recorrido en Cox's Bazar y visitas a las comunidades de refugiados rohinyás y a los trabajadores humanitarios.
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, y la directora ejecutiva del Fondo de Población de Naciones Unidas, Natalia Kanem, también acompañarán al titular de la ONU.
Durante su estancia en Bangladesh, podrán analizar la situación de los recién llegados rohinyás, y evaluarán el progreso para un retorno seguro, voluntario y digno de los refugiados a sus hogares en Myanmar, de acuerdo con los estándares internacionales.
Además de hacer un llamado a la comunidad internacional a comprometerse con las acciones para abordar el drama de los rohinyás, esta visita busca sentar las bases para un mayor diálogo con el gobierno de Bangladesh y de cara a encontrar soluciones integrales a la crisis de refugiados de esa comunidad musulmana perseguida en Myanmar.
Debido a la violencia, los asesinatos y la persecución a la que fueron sometidos en Myanmar, desde agosto del año pasado más 700 mil rohinyás huyeron a Bangladesh y ahora viven como refugiados.
Hasta la fecha, Myanmar (antigua Birmania y donde la religión mayoritaria es el budismo) no ofrece ciudadanía a esa minoría musulmana ni los reconoce como uno de los grupos étnicos del país.
A inicios de junio, el Gobierno de Myanmar firmó un memorándum de entendimiento con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo con el fin de evaluar si existen condiciones seguras y dignas para el retorno voluntario de los rohinyás.
El gran flujo de rohinyás convirtió a Bangladesh en el país que la mayor afluencia de refugiados en 2017, destacan estadísticas de la ONU.
Para el 2 de julio está previsto un recorrido en Cox's Bazar y visitas a las comunidades de refugiados rohinyás y a los trabajadores humanitarios.
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, y la directora ejecutiva del Fondo de Población de Naciones Unidas, Natalia Kanem, también acompañarán al titular de la ONU.
Durante su estancia en Bangladesh, podrán analizar la situación de los recién llegados rohinyás, y evaluarán el progreso para un retorno seguro, voluntario y digno de los refugiados a sus hogares en Myanmar, de acuerdo con los estándares internacionales.
Además de hacer un llamado a la comunidad internacional a comprometerse con las acciones para abordar el drama de los rohinyás, esta visita busca sentar las bases para un mayor diálogo con el gobierno de Bangladesh y de cara a encontrar soluciones integrales a la crisis de refugiados de esa comunidad musulmana perseguida en Myanmar.
Debido a la violencia, los asesinatos y la persecución a la que fueron sometidos en Myanmar, desde agosto del año pasado más 700 mil rohinyás huyeron a Bangladesh y ahora viven como refugiados.
Hasta la fecha, Myanmar (antigua Birmania y donde la religión mayoritaria es el budismo) no ofrece ciudadanía a esa minoría musulmana ni los reconoce como uno de los grupos étnicos del país.
A inicios de junio, el Gobierno de Myanmar firmó un memorándum de entendimiento con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo con el fin de evaluar si existen condiciones seguras y dignas para el retorno voluntario de los rohinyás.
El gran flujo de rohinyás convirtió a Bangladesh en el país que la mayor afluencia de refugiados en 2017, destacan estadísticas de la ONU.