Caracas, 5 jul (RHC) El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, solicitó apoyo del pueblo y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para derrotar la guerra económica y lograr la paz en el país sudamericano.

Maduro formuló el llamado durante la inauguración del desfile cívico-militar, en Caracas, a propósito de conmemorarse 207 años de la firma del Acta de Declaración de Independencia de Venezuela y el Día de la la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

El primer mandatario exhortó al Poder Constituyente y Plenipotenciario, junto al Gobierno revolucionario, la Fuerza Armada, los consejos comunales y Comité Locales de Abastecimiento y Producción, a que se pongan al frente de la batalla financiera para alcanzar la victoria económica.

Recordó el jefe de Estado que la independencia declarada hace dos siglos fue conmemorada de forma diferente por varias generaciones, y felicitó a los más de 25 000 hombres y mujeres presentes en el desfile, por la integración entre militares y comunidad civil.

El embajador de Venezuela en España, Mario Isea, defendió el derecho de ese país a ejercer su soberanía en paz y sin injerencia, así como a ensayar modelos de justa redistribución de la riqueza e inclusión.

Isea se pronunció en esos términos tras colocar una ofrenda floral ante la estatua del Libertador Simón Bolívar -ubicada en un céntrico parque de Madrid-, con motivo del aniversario 207 de la declaración de independencia de la nación latinoamericana.

El diplomático reivindicó el derecho de la República Bolivariana a resolver sus diferencias y dificultades con sus propias herramientas culturales, políticas y jurídicas, en un mundo bajo amenaza constante de destrucción, advirtió.

Destacó la existencia de una democracia participativa y protagónica en Venezuela, expresada de manera continua en la realización de elecciones libres, universales y transparentes y que, enfatizó, sirvió para derrotar la violencia con fines políticos.

Nuestros procesos electorales son descalificados para intentar deslegitimar al Gobierno, sabotear los escenarios de diálogo y justificar sanciones que se convierten en un bloqueo económico descarado que afecta los derechos humanos de los venezolanos, denunció.

A juicio del embajador, los enemigos del proceso bolivariano invocan una falsa intención humanitaria, que en el pasado sumió en espantosa tragedia a países cuyas gentes migran de manera forzada o deambulan por los mares como refugiados.

“Mucho de eso vivimos como producto de la prolongada guerra en nuestra amada Colombia, por cuyo verdadero final hacemos votos”, expresó.

En esa línea recordó los varios millones de colombianos que en los últimos 20 años encontraron cobijo y oportunidades en Venezuela.

Manifestó que si realmente se quiere brindar ayuda a su nación la mejor manera es levantar ese asedio que dificulta la adquisición de alimentos, medicamentos, repuestos y bienes de capital para la industria y un desarrollo independiente y diversificado.

“Lo justo es presionar para que se levante la absurda e injustificada calificación de amenaza inusual para la seguridad nacional de Estados Unidos, que sirvió de piso para profundizar esta guerra híbrida: política, económica y mediática despiadada contra nuestra patria”, opinó.

En obvia alusión al gobierno de Donald Trump, Isea afirmó que quienes promueven guerras interminables, levantan muros, facilitan el exterminio del pueblo palestino y debilitan la ONU no pueden seguir imponiendo políticas de terror como amenaza permanente de invasión a Venezuela.

Ratificó el interés del ejecutivo del presidente Nicolás Maduro de mantener las mejores relaciones con todos los pueblos del mundo, en el marco del respeto a la soberanía y la autodeterminación, valores consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.

Confió en que, con la llegada de un nuevo gobierno en España, encabezado por el socialista Pedro Sánchez, se fortifiquen los cauces para mejorar las relaciones bilaterales en un marco de respeto mutuo y cooperación, y proyectarlas hacia toda la Unión Europea.

Al acto en el madrileño Parque del Oeste acudieron, entre otros, diplomáticos de Palestina, Nicaragua, China, Rusia, Siria, Cuba, Bolivia, Vietnam, El Salvador, Perú, Nigeria y Ghana.

También asistieron políticos y diputados españoles y representantes del movimiento de solidaridad con Venezuela.