Reitera Daniel Ortega que la violencia la promueven grupos de la oposición, con el respaldo de EE.UU.

Edited by Julio Pérez
2018-07-25 06:58:58

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Patricia Villegas y Daniel Ortega

Managua, 25 jul (RHC) Desde el pasado 18 de abril se ha registrado una ola de violencia en Nicaragua que han promovido grupos violentos vinculados a la oposición del Gobierno sandinista del presidente Daniel Ortega, quien ha realizado varios llamados al diálogo por la paz del país centroamericano.

En entrevista exclusiva con la presidenta de teleSUR, la periodista Patricia Villegas, el primer mandatario relató su parecer ante los casi 100 días de violencia que ha afectado a su país.

El primer mandatario expresó que en los meses recientes hubo una "acumulación de la violencia", gestada con mayor fuerza desde el regreso del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) al Gobierno en 2007. "No había desaparecido (la violencia) de nuestro país, pese a que habíamos alcanzado la paz", aseguró.

"Los representantes de Estados Unidos y los grupos económicos le decían al pueblo que no había que votar por el Frente porque se produciría nuevamente la enemistad con ellos", indicó y agregó que "ellos no podían entender ni asimilar que el Frente retornara el Gobierno por la vía electoral".

El equilibrio se rompe a partir de los empresarios, señala el primer mandatario. Pese al crecimiento de la economía, que se había producido por el entendimiento entre el Gobierno y el bloque empresarial, Ortega responsabilizó a "un grupo de congresistas enemigos de todo lo que es la Revolución" del quiebre definitivo.

"El veneno lo pone el intervencionismo estadounidense a Nicaragua, ahí está la raíz del problema. Si Estados Unidos respetara al país, respetara lo que decidimos los nicaragüenses, independientemente de la ideología, respetara un acuerdo entre el país, os trabajadores y los empresarios, los empresarios estarían trabajando con Nicaragua", afirmó.

Ortega manifestó que muchos de los hechos de violencia han sido amparados por la Iglesia católica del país y hace eco de las palabras del cardenal Leopoldo Brenes. "Él decía 'tenemos que luchar por la paz, lo más importante es la paz'", recordó. 

Aclaró que no toda la Conferencia Episcopal es parte de esta conspiración de violencia, ya que "fueron casos de algunos sacerdotes que prestaron sus templos para que se convirtieran en cuarteles, incluso torturaron gente que capturaban, con la presencia de un sacerdote", afirmó.

Ortega destacó el papel del Papa Francisco en el conflicto y agradeció su llamado al entendimiento. "Él siempre está por la paz, indiscutiblemente, en eso es muy firme, en defender la lucha por la paz", señaló.

Con respecto a la implementación de una reforma, el primer mandatario indicó que hoy más que nunca, urge aprobarla, “pero tenemos que buscar cómo hacerlo, logrando consenso”. “La seguridad social no se puede sostener, menos aún con el golpe que ha sufrido la economía”, apuntó.

Orteg negó tajantemente el financiamiento de grupos violentos para perseguir a la población de su país. Acusó, en cambio, a "bandas organizadas, armadas, auspiciadas por la derecha y organismos de inteligencia que vienen desde organismos de EE.UU.", y los responsabilizó de ejecutar las acciones que asedian a Nicaragua desde abril. 

"Si aquí vamos a hablar de paramilitares, los únicos son los grupos de la derecha. Tenemos fuerzas armadas, ejército, policía, que son constitucionales. Y a la par, hay una fuerza clandestina, armada, que se ha convertido en el instrumento de muerte del golpe de la derecha", dijo el presidente.

Sobre los exsandinistas que desde la llegada de Ortega al Gobierno han manifestado su animadversión al Frente, el mandatario afirmó que ellos "ayudan a hacer campaña a los golpistas en contra de Nicaragua".

También se expresó sobre las opiniones negativas de algunos referentes progresistas, como el expresidente uruguayo José "Pepe Mujica", o el líder español Pablo Iglesias.

El presidente sostuvo que la base política de la conspiración contra países como el suyo, además de Cuba y Venezuela está en Florida, Miami, Estados Unidos.

"Ahí están congresistas y senadores que sienten que es un deber de ellos acabar con el sandinismo" porque "no pudieron hacerlo en la guerra de los 80", y ante el retorno del FSLN al Gobierno en 2007, dichos congresistas "buscan el financiamiento para que lo apruebe el gobierno de EE.UU, y a la vez mueven financiamiento por otra vía para que esta gente pueda desarrollar sus planes".

Lo mismo se ve, denunció Ortega, dentro de organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA), acusando que ahora el país se ve perseguido por naciones cuyas administraciones "tienen una mentalidad revanchista que ya llega a hacer ingerencista.

"Lo que han hecho con Venezuela y lo que están haciendo con Nicaragua se llama injerencismo. Esto, por la polarización de América Latina tras la aparición de Gobiernos de derecha", aseguró.

Consultado respecto a si se sentaría en una mesa de diálogo con empresarios y con la iglesia, el comandante no titubeó, "Claro, estamos dispuestos a conversar no solamente con ellos, sino con todos".

Eso sí, apunta, con "condiciones, que hay que crear, porque todavía los mensajes que han salido no ayudan a crear esas condiciones, sino que las alejan". 

(Telesur)



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