Naciones Unidas, 11 sep (RHC) El secretario general de la ONU, António Guterres, convocó a los garantes del proceso de Astaná a redoblar esfuerzos para una solución política en Siria y preservar la vida de los civiles en Idleb.
Tras la sesión del Consejo de Seguridad de este martes dedicada al tema, el titular de Naciones Unidas dijo a la prensa que Irán, Rusia y Turquía no deben escatimar esfuerzos para encontrar alternativas que protejan la vida de las personas en esa zona de distención.
Además, añadió, es necesario preservar los servicios básicos en los hospitales y garantizar respeto por la legislación internacional humanitaria.
“Entiendo que la actual situación en Idleb no es sostenible y que la presencia de grupos terroristas no debe ser tolerada, pero luchar contra ese flagelo no exime a las partes de cumplir con sus obligaciones en el marco del derecho internacional humanitario.”
Guterres pidió realizar más progresos en el proceso de diálogos inter-sirios en Ginebra, particularmente en lo referido a la creación de un Comité Constitucional.
No hay una solución militar para el conflicto en Siria, solo política, reiteró el máximo representante de Naciones Unidas.
Seguiré repitiendo este mensaje al Consejo de Seguridad y mi enviado especial para Siria, Staffan de Mistura, continuará con sus labores, dijo e insistió en la necesidad de proteger a los civiles e intentar aislar a los grupos terroristas.
En ese sentido, es absolutamente esencial que Rusia, Irán y Turquía se mantengan juntos en el marco del proceso de Astaná porque necesitamos un fuerte compromiso para resolver la situación en Idleb, apuntó.
Por su parte, el embajador ruso, Vassily Nebenzia, alertó que Haley lanza amenazas contra Estados soberanos y hasta habla de la posibilidad de emplear el uso de la fuerza, en franca violación de los derechos internacionales y la Carta de la ONU.
Lo que desarrolla el Gobierno de Damasco en Idleb no es una operación militar, es una operación anti-terrorista para librar a la población civil de ese flagelo, puntualizó.
Por su parte, la representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, insistió en sus acusaciones contra Siria y descalificó los esfuerzos de los diálogos de Astaná para encontrar una solución política.
La embajadora catalogó de mentiras los argumentos ofrecidos por Rusia e Irán sobre ese proceso, y nuevamente acusó a Siria de emplear armas químicas contra la población civil, a pesar de la falta de pruebas sobre esto.
Asimismo, reiteró en el Consejo de Seguridad las amenazas de tomar fuertes medidas de represalias contra Siria bajo el pretexto del uso de armas químicas.
El embajador ruso, Vassily Nebenzia, alertó que Haley lanza amenazas contra Estados soberanos y hasta habla de la posibilidad de emplear el uso de la fuerza, en franca violación de los derechos internacionales y la Carta de la ONU.
Lo que desarrolla el Gobierno de Damasco en Idleb no es una operación militar, es una operación anti-terrorista para librar a la población civil de ese flagelo, puntualizó.
Algunos señalan que ocurre en una zona de distensión, pero cuando se establecieron esos lugares quedó claro que serían temporales y, en la actualidad, se habilitan otros espacios para dar cobijo a la población civil, detalló el representante ruso.
Hemos visto que algunos miembros del Consejo de Seguridad –como Estados Unidos– quieren generar separación entre los garantes del proceso político de Astaná (Irán, Rusia y Turquía), y ahora tal parece que intentan mantener un gran enclave terrorista en Idleb al condenar las acciones de Siria, apuntó.
La representación de Irán, que fue invitada a esta sesión del Consejo de Seguridad, también destacó los esfuerzos del Gobierno sirio en su lucha contra el terrorismo.
Asimismo, resaltó que el derecho de determinar el futuro de esa nación levantina solo corresponde a los sirios y volvió a expresar el apoyo a un proceso político en ese sentido.