Moscú, 16 ene (RHC) El canciller ruso, Serguei Lavrov, denunció la política de ultimátum utilizada por Estados Unidos en las conversaciones en Ginebra sobre el Tratado de Armas Nucleares de mediano y corto alcance (INF).

A las pláticas en la ciudad suiza, la delegación norteamericana viajó con una receta preparada para demandar a Rusia que cumpla con el INF y elimine los misiles 9M729 (con un alcance de 476 kilómetros), instalados en el complejo Iskander, declaró.

Washington exigía, incluso, que tal eliminación se realizara bajo supervisión estadounidense, algo inaceptable, añadió.

La delegación norteamericana, por tanto, no estaba preparada para escuchar ningún argumento de la parte rusa, incluida la de analizar los documentos del referido misil para entender por qué éste de ninguna forma viola el INF, comentó.

Igualmente la Federación Rusa ratificó  su apoyo al pueblo de Venezuela y al presidente de la República, Nicolás Maduro, y condenó las acciones injerencistas del Gobierno de Estados Unidos, que atentan contra la soberanía del país y de otras naciones latinoamericanas.

En su tradicional rueda de presa anual, el canciller ruso, Serguei Lavrov, reafirmó el respaldo de la nación euroasiática al Jefe de Estado venezolano, frente a la intromisión estadounidense en los asuntos internos de Venezuela. reseña Prensa Latina.

“Nuestra postura consiste en que es necesario evitar todo tipo de injerencia en los asuntos internos de los Estados soberanos”, subrayó.

En ese sentido, el diplomático acusó a Estados Unidos de potenciar la intransigencia de la oposición venezolana porque, a su juicio, el gobierno de la nación norteamericana mantiene la política de desmontar gobiernos latinoamericanos y de otras regiones que le son incómodos. Igualmente, resaltó que —junto a otros países— siempre apoyó el proceso de diálogo entre el Gobierno y la oposición.

'Sabemos que ese diálogo en el que tenían esperanzas naciones de la región finalmente se malogró porque parte de la oposición recibió presiones desde el extranjero, en especial desde Estados Unidos, y esa influencia hizo irreconciliable a una parte de la oposición', expresó.

'Eso lo vemos con mucho pesar porque ahora incluso se admite una posible injerencia militar en los asuntos internos de Venezuela', apuntó.

Asimismo, se refirió a la política de Washington de intentar la creación de órganos inconstitucionales, paralelos al actual Gobierno de Venezuela, que ignoran las realidades del país.

“Todo eso indica que la línea norteamericana de destruir o echar abajo a los gobiernos incómodos se mantiene como una de sus prácticas, no sólo en América Latina, sino en otras regiones”',

Por ello, desestimó que ahora Estados Unidos pretenda reconocer sólo al presidente de la Asamblea Nacional venezolana (en desacato desde 2016), en lugar del legítimo presidente, Nicolás Maduro, electo por voto popular.

Ante ese panorama, la Cancillería rusa también denunció las restricciones financieras impuestas por el gobierno de Donald Trump, que llevan al empeoramiento de la situación socioeconómica de Venezuela, y que golpea el bolsillo del pueblo, lo cual constituye a una violación a su autodeterminación.