Brasilia, 24 may (RHC) La coordinadora del Instituto Sou de la Paz, Natalia Pollachi, aseguró que el reciente decreto que flexibiliza la posesión de armas de fuego en Brasil debe aumentar los accidentes con esos aparatos de guerra y los niños.
En Brasilia, manifestó Natalia Pollachi que la cuestionada disposición del presidente Jair Bolsonaro también facilita la comisión de suicidios y la violencia contra la mujer.
Asimismo la activista alertó que el arma en casa está disponible al propietario, pero también a todos los que viven en ella y en la nación sudamericana cada tres días, un niño es internado por accidente con arma de fuego.
Datos del Ministerio de Salud muestran que entre el 2015 y el 2018 hubo 518 ingresos de niños y adolescentes de hasta 14 años por ese motivo.
Por primera vez, la evaluación negativa del Gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, sobrepasó la positiva, según datos divulgados por una investigación de XP Investimentos/Ipespe (corredora de valores).
De los entrevistados, un 36 por ciento evaluó al Gobierno como malo o pésimo, mientras que un 34 lo clasificó como óptimo o bueno.
En comparación con la última edición de la encuesta, divulgada hace dos semanas, la evaluación de malo o pésimo subió un cinco por ciento. La de óptimo o bueno cayó uno.
Solo un cuatro por ciento de los interrogados respondió que resulta satisfactorio el progreso de la agenda del Gobierno en el Congreso, mientras que el 85 juzgó que el ritmo es lento.
Del total, el 57 por ciento manifestó que las protestas del 15 de mayo contra los cortes en la Educación tuvieron importancia, ante un 38 que respondió no. Cuando se les preguntó si las manifestaciones ocurrirán nuevamente, el 86 por ciento afirmó que sí. Entre el 20 y 21 de mayo, se realizó consultas a mil brasileños.
Según William Nozaki, profesor de Ciencia Política y Economía de la Fundación Escuela de Sociología y política de Sao Paulo (FespSP), el Gobierno brasileño pasa 'por una corrosión acelerada de la base electoral y social, del apoyo de los partidos y de las fuerzas políticas institucionales, y también del mercado'.
Algunos analistas consideran que con menos de cinco meses en el poder, Bolsonaro enfrentó varias movilizaciones sociales, en particular la multitudinaria del sector educacional por recortes de fondos, la falta de articulación en el Congreso, un mercado reticente y escándalos de corrupción que involucran a su familia.
Con todo eso y un poco más, el impeachment (proceso de destitución) se discute como una posibilidad para el político de extrema derecha que asumió la presidencia el 1 de enero.